La Audiencia Provincial de Valencia ordenó la reapertura de la investigación del Levante-Zaragoza del 21 de mayo de 2011, un partido que presuntamente fue amañado para que quedase 1-2, teniendo como consecuencia el descenso del Deportivo a Segunda División y la salvación del conjunto maño.
Así ha sido como la citada Audiencia ha estimado los recursos de LaLiga, Deportivo y Fiscalía Anticorrupción contra el sobreseimiento que se dictó en agosto de 2017, cuando entendía la titular del juzgado que no había indicios para procesar a los futbolistas que habían sido investigados.
El partido, que terminó 1-2, supuso la salvación del Zaragoza y el posterior descenso de un Deportivo que perdería en Riazor por 0-2. Las investigaciones revelaron que los futbolistas del Zaragoza habrían recibido dinero de su presidente, Agapito Iglesias. Un dinero que luego sacarían en metálico para dárselo a los jugadores del Levante y que éstos se dejasen ganar el partido.
Cabe recordar que el montante total era de 965.000 euros, algo que sería delito de fraude deportivo. Con lo que los implicados podrían ser condenados a penas de cárcel de seis meses a cuatro años.