1. Resultado nuevamente decepcionante el del Deportivo el pasado sábado ante la UD Las Palmas. Un empate que no sirve de nada hablando puramente de lo clasificatorio. Porque anímicamente este empate no será satisfactorio para el equipo de Clarence Seedorf. Era un partido que había que ganar sí o sí para activar la llama de la esperanza. Ahora se ve todo negro. Y es lógico.
2. Han pasado ya 100 días desde la última victoria del Deportivo. Cifras redondas que duelen. En 2018 todavía no lo ha hecho el conjunto blanquiazul. Desde el pasado 9 de diciembre la afición coruñesa no puede celebrar una victoria de su equipo, una situación dramática para cualquier club. No lo es menos para el Dépor, a siete puntos de su objetivo con 30 por jugarse. Eso sí, ahora toca hacerlo contra los mejores rivales del campeonato.
3. Fue mejor el Dépor que el conjunto de Paco Jémez, pero no le bastó para llevarse los tres puntos. No le bastó dominar el juego y tener más ocasiones claras de gol, este Dépor necesita mucho más para ganar. Hay partidos en los que domina el juego, pero no las áreas y eso le penaliza. Volvió a fallar en ambas. En la UD Las Palmas solamente compareció Alen Halilovic y el croata, de tener el foco atinado, podría haber ganado el partido. Con él y Chichizola les bastó para regresar a las Islas con un punto.
4. Saltó el Dépor al terreno de juego nuevamente en un 4-4-2 en rombo en el centro del campo, pero en esta ocasión Lucas Pérez aparece en posiciones más retrasadas de lo que acostumbraba anteriormente. El ‘7’ del Dépor estuvo más cerca de Adrián para juntarse con Çolak y Guilherme y poder crear entre líneas, tal y como demuestra este gráfico de posiciones medias. Andone apareció de esta forma por toda la punta del ataque. No resultó exitosa. Un Dépor largo y débil, sin mucho colmillo.

5. No sé si en esta situación que arrastra el equipo apoyarse en un dibujo tan poco habitual es lo que realmente necesita el Deportivo. Seguramente pocos jugadores del Dépor han jugado antes con este rombo en el centro del campo, por lo que hay dudas en cuanto a posicionamiento y en cuanto a cómo salir en la presión. Y se hace evidente durante los 90 minutos. El mejor Dépor con Seedorf se vio en la segunda parte del encuentro ante el Espanyol, con el clásico 4-2-3-1, con Emre Çolak enganchando. Lo intentó de esta forma el Dépor desde la entrada en el campo de Celso Borges.
6. El que más sufre con esta disposición táctica es Sulley Muntari. Todavía no está en el tono físico óptimo, por lo que no soporta grandes galopadas en transiciones defensivas largas. Lo demuestra jornada tras jornada y el sábado Halilovic se lo hizo pasar mal al mediocentro ghanés. Tiene grandes cualidades muy aprovechables el nuevo ’21’ blanquiazul, sobre todo en espacios cortos, pero cuando tiene que replegar muchos metros se le ven las costuras.
7. Reivindicación, a su manera de Raúl Albentosa. Soportó pitos durante media hora hasta que en un balón parado cazó un balón aéreo para empatar el partido. En una acción de estrategia que dura unos tres o cuatro segundos convirtió los abucheos en aplausos. Otra jugada posterior en ataque desató una ovación para el valenciano. Así es el fútbol. Y de la misma forma que lo tienes, lo pierdes: volvió el runrún en una acción defensiva en la segunda parte. Futbolista de contrastes.
8. Poco fútbol en el Dépor, poco atrevimiento de los jugadores, pocas complicaciones. Era un partido excesivamente tenso como para que hubiese demasiadas exquisiteces. En el Dépor los jugadores que más pases dieron fueron Albentosa (48), Juanfran (40), Guilherme (39) y Sidnei (34), todos jugadores del centro del campo hacia atrás. Los atacantes no trenzaron ni combinaron en exceso. Florin Andone, por ejemplo, dio solamente 8 pases, curiosamente el mismo número de faltas que cometió en el encuentro.