1. Derrota del Deportivo frente al Valencia en el estadio de Riazor por 1-2 en un partido que caricaturiza lo que viene siendo el Dépor de esta temporada. Buenos minutos de juego, buenas aproximaciones al área rival que no se traducen en goles y dos errores propios flagrantes que te penalizan y te hacen ir a remolque. Se repite la misma historia de siempre. Con la victoria del Alavés, el Dépor cae a puestos de descenso a dos puntos del precipicio.
2. Después de este partido los jugadores quedan más señalados. Los fallos que están matando poco a poco a este Dépor son todos errores propios, errores de concepto. Y esto no se entrena. Es cierto que se hacen muchas cosas bien pero si no hay concentración durante los 90 minutos no sirve para nada. Si te desconectas un segundo, caput. Si te despistas, caput. Si tardas en tomar una decisión, caput. Como entrenador puedes plantear el partido perfecto, elegir los hombres que por la situación parecen más adecuados y realizar los cambios precisos en la segunda parte, pero en Primera División no puedes regalar. Los 10 más graves.
3. Y en el aspecto del entrenador, creo que no se le puede reprochar a Cristóbal Parralo y su staff técnico que no hayan mejorado el equipo. El Dépor ha crecido de la mano del entrenador cordobés, por mucho que los resultados no le acompañen. El equipo trabaja mejor, funciona mejor como colectivo y reman todos hacia el mismo lado. Se ha ganado mucho, pero el problema es que anteriormente se había perdido demasiado tiempo. La mejora debe dar pie a la esperanza; tras el Bernabéu llegarán rivales más asequibles y ahí se deberá rendir.
4. Juntó Cristóbal en ataque por primera vez en lo que va de temporada a los tres futbolistas más diferenciales de la plantilla: Adrián López, Andone y Lucas Pérez. El asturiano jugó en la banda izquierda, el rumano en la punta de lanza mientras que el coruñés se despegó de la derecha para aparecer por parcelas centradas. El gráfico de las posiciones medias muestra que incluso Celso Borges apareció más veces por fuera que Lucas.

5. El papel de Lucas Pérez en el partido del sábado fue muy diferente al que acostumbra en el Deportivo. Para muestra un dato: de 12 disparos del Dépor ninguno fue del coruñés. Como decíamos anteriormente, el ‘7’ apareció por dentro y no por la banda, como parecía que estaba predestinado en el inicio. El jugador cedido por el Arsenal estuvo mucho más participativo en el juego de su equipo y fue, tras Guilherme y Parejo, el futbolista que más veces tocó el balón en el partido. Sacrificado en el esfuerzo en tareas defensivas, Lucas fue junto a Juanfran el futbolista que más balones recuperó de su equipo (8).
6. Midió Riazor la conexión Lucas-Andone-Adrián que tanto se venía demandando en las últimas semanas. Todos a nivel individual hicieron acciones de mérito, aunque les costó asociarse en corto y con asiduidad por la acumulación de hombres del Valencia, que se defendió en muchos momentos muy cerca de Neto. Solo los minutos podrán alimentar esta conexión.
7. El Valencia demostró en Riazor por qué están arriba en la clasificación. Con ausencias importantes en la convocatoria y con piezas clave descansando en el banquillo ganó con cierta suficiencia en un estadio que le esperaba con ganas. El equipo tiene muy clarito qué tiene que hacer en cada momento. Incluso se acopla una pieza recién llegada sin aparentes problemas. Defienden como conjunto y salen como flechas. La sensación de la temporada Gonçalo Guedes sigue dando que hablar.
8. El Dépor volvió a demostrar que tiene corazón, espíritu. El partido parecía que estaba resuelto a cinco minutos del final con 0-2 en el marcador, pero el Dépor casi logra la heroicidad de igualar la contienda. Tiró de personalidad, de ímpetu, de corazón, para acortar con el gol de Andone y para paralizar a la afición visitante con la acción de Adrián López. Riazor apoyó a su equipo hasta el final, fue importante en el partido y debe convertirse en los próximos choques en un fortín.