1. Derrota del Deportivo en Mestalla contra el Valencia para cerrar una temporada para el olvido. O quizás para el club sea mejor no olvidarla y sí estudiarla y analizarla bien para no volver a pecar de los mismos errores en el futuro. El Dépor demostró que nunca fue un grupo, un equipo, en ningún tramo de la temporada. Fue un conjunto de piezas a priori de gran nivel que en ningún momento supieron complementarse y ayudarse los unos a los otros para alcanzar el objetivo común. No existió sentido colectivo, unión. Y eso es luchar en una desventaja escandalosa en una competición como la Liga española.
2. El partido lo dominó el Valencia, sobre todo en la primera mitad. El Dépor estuvo peleón y bastante ordenado -situación meritoria al no contar en defensa con los presumibles titulares- pero estuvo sin esa dosis necesaria de colmillo en los metros finales. Emre Çolak, a veces intermitente, movió al equipo desde la mediapunta, aunque no fue suficiente para llegar con peligro a las inmediaciones de la portería que defendía Jaume Domenech. Ya con la entrada de Lucas Pérez y Adrián López el Deportivo creció en ataque y al Valencia le entraron las dudas justo después de marcar el 2-0. Adrián desde la izquierda para Lucas que apareció por dentro, 2-1 y últimos minutos de incertidumbre en el marcador. Marcelino, desde el banquillo del conjunto ché, temió por el resultado en los minutos finales.
3. Abandonó Clarence Seedorf el rombo que tan poco éxito le ha dado y saltó el Deportivo al campo de Mestalla en un presumible 4-2-3-1 claro, con un doble mediocentro formado por Pedro Mosquera y Michael Krohn Dehli, una línea de tres por delante con Gerard Valentín, Emre Çolak y Bakkali y con Borja Valle en solitario como delantero. Sin embargo, en el gráfico de posiciones medias podemos ver como el atacante berciano y el mediapunta turco ocuparon un espacio muy similar, con Valentín y Bakkali muy abiertos en las bandas y en posiciones más avanzadas.
4. Buen papel en el centro de la zaga de Mujaid Sadick contra un rival de entidad como el Valencia. El defensor riojano fue titular en la máxima categoría por primera vez en su carrera y por prestaciones no debería ser la última. Tuvo que pelear con Zaza y Rodrigo primero, y con Vietto y Santi Mina después, pero el joven central estuvo impecable al cruce, poderoso en el juego aéreo y sin complicaciones cuando tuvo que empezar el juego desde atrás.
5. Poco comprensible el último cambio de la temporada del Deportivo. Corría el minuto 82 cuando Clarence Seedorf tomó la decisión de sacar del campo a Maksym Koval y «premiar» con 8 minutos de un partido sin nada en juego a un futbolista de 31 años que ha sido 14 veces internacional por Polonia -Przemysław Tyton-. Resulta poco comprensible premiar a Tyton y no hacerlo con Quique Fornos, central canterano que no ha podido disputar la ida del play off de ascenso con el Fabril por viajar con el primer equipo. Podría ser el debut en Liga del defensa gallego en un día que no habría olvidado en la vida. Sin embargo, el técnico neerlandés tuvo otros planes.
6. Dijo Clarence Seedorf que habían pedido al Valencia liberar a Zakaria Bakkali para el duelo porque satisfacía a todas las partes. Entiendo que es una situación que le aporta al Valencia porque pone en el escaparate al jugador, al propio futbolista para mostrarse de cara al mundo, pero no entiendo qué le aporta o qué le aportó al Deportivo poner al extremo belga sobre el terreno de juego cerca de una hora de partido.
7. Lo señalan desde la afición como uno de los hombres a tener en cuenta la próxima temporada en Segunda División por su conocimiento de la categoría y el pasado domingo tuvo la oportunidad de demostrar su valía, pero está claro que Gerard Valentín no aprovechó los minutos que Seedorf le ofreció. El lateral catalán jugó por delante de Juanfran, más adelantado de lo que acostumbra y apenas participó en el juego de su equipo. Jugador más reactivo que proactivo, intentó tres regates por banda derecha del que salió airoso en uno y dio seis pases a sus compañeros acertando en la mitad de ellos. El técnico neerlandés lo retiró del campo en el 61′.
8. Haciendo balance de la temporada, la puntuación de 29 unidades en 38 encuentros es completamente pírrica. En un curso en el que se habían dado pasos de gigante para crecer en la clasificación. Con esa puntuación no se hubiese salvado jamás en la historia desde que las victorias suman tres puntos. De hecho, ni siquiera se hubiese salvado en la mayoría temporadas de la historia en las que las victorias sumaban tan solo dos.