Desde la llegada de Tino Fernández al Deportivo, numerosos entrenadores han estado a los mandos del conjunto blanquiazul, un baile continuo en el banquillo que se extiende a la plantilla herculina. Todo comenzó en la temporada 2014/15, después de conseguir el ascenso con Fernando Vázquez, quien no continuaría al frente del equipo.
El sucesor del de Castrofeito fue Víctor Fernández. El zaragozano se estrenó en el Deportivo con la premisa de conseguir la permanencia en el año del regreso del club a la máxima categoría. Durante la mayoría de la temporada, el preparador blanquiazul cumplió con su cometido, aunque lo visto sobre el terreno de juego generaba dudas. Ello provocó que Tino decidiese prescindir de sus servicios tras 30 partidos de Liga, en los que promedió 0,9 puntos por partido. En cuanto a sus estadísticas, es el técnico con peores números en cuanto a goles: 0,8 tantos a favor por partido.
El encargado de recoger el testigo del zaragozano fue Víctor Sánchez del Amo. Con él, los gallegos consiguieron una salvación agónica en el Camp Nou y, en la temporada siguiente, una primera vuelta por encima de las expectativas, llegando a estar en puestos europeos (7 jornadas). Tras una primera vuelta que ilusionaba y que el juego recordaba a épocas doradas, el rendimiento bajó en la último tercio de campeonato -el equipo era 10º en la jornada 30º– seguramente influenciado por ambiente enrarecido en el vestuario -derivados de la desconexión entre dirección deportiva y entrenador-. Aunque el equipo consiguió el objetivo de la permanencia sin apuros acabó por costarle el puesto a Víctor.
El madrileño es el entrenador con las estadísticas más destacables en estos últimos cuatro años. Cuenta con el menor porcentaje de derrotas, y con el mayor de empates. Además, en la suma de partidos ganados y empatados, también tiene la mejor cifra de todos los técnicos que ha contratado la actual directiva. Con él, el equipo promedió 1,1 puntos, lo que haría 41 al término de 38 jornadas. A su vez, casi el 70% de sus partidos finalizaron con el cuadro blanquiazul sumando algún punto. Aún así, es el técnico con mayor porcentaje de empates (la mitad de sus encuentros) pero con el menor de derrotas. Por último, cabe destacar que su Deportivo fue el más goleador de los últimos años, con 1,2 goles por choque.
Tras su marcha, Gaizka Garitano tomó los mandos del equipo gallego. Con el ex del Eibar se vio un conjunto con muchos altibajos, comenzando mal la temporada, realizando un gran mes de diciembre y, finalmente, viviendo una eterna cuesta de enero que se prolongó hasta su destitución, después de 23 partidos. En cuanto a sus estadísticas, es el más regular y comedido de los seis que han pasado por el Dépor, promediando 0,8 puntos por partido tras 4 victorias, 7 empates y 12 derrotas.
Pepe Mel se hizo cargo del equipo tras la marcha del preparador vasco. Su inicio fue fulgurante, ganando fuera de casa por primera vez en la temporada y venciendo en Riazor al Barcelona. Ello, sumado a la salvación del equipo, le valió su continuidad. Pese a ello, acabó siendo destituido esta campaña después de un bajo rendimiento sobre el verde, sin acompañar el juego ni los resultados. Tras 24 enfrentamientos, Mel destaca por ser el entrenador con mayor porcentaje de victorias (25%), así como tener el equipo más seguro en la parcela defensiva, encajando 1,5 goles por partido.
Tras su exitosa trayectoria en el Fabril, Cristóbal Parralo decidió aceptar la oportunidad de dirigir al primer equipo tras el adiós de su predecesor. Su inicio no fue el idóneo, cayendo estrepitosamente en Copa, aunque lograría la primera victoria lejos de Riazor de la temporada. De todas maneras, el equipo no consiguió enmendar los errores que ya había evidenciado en anteriores encuentros, yendo cada vez a peor, lo que llevó a Tino Fernández a prescindir de los servicios del antiguo entrenador del filial. Con él, el Dépor encajó 2,5 goles por partido, la cifra más alta en estas últimas temporadas. A su vez, fue el que menos puntos consiguió por partido (0,73) y el que más partidos perdió (3 de cada 5), convirtiéndose en el peor técnico de los últimos años.
Con su marcha, se abrió de nuevo la puerta al banquillo del Dépor, apareciendo Clarence Seedorf. El holandés fue el que peor estreno tuvo ya que necesitó nueve partidos para conseguir su primer triunfo. Pese a ello, cabe destacar que consiguió frenar la sangría de goles encajados, aunque no fue suficiente para lograr la salvación. Además, cabe mencionar que fue el entrenador que menos victorias consiguió (solamente 2, el 12% de sus partidos), obteniendo 0,75 puntos por encuentro, el segundo peor tras Cristóbal.
Una vez confirmada la marcha del neerlandés, Carmelo del Pozo ya se ha puesto manos a la obra, en busca de una persona que logre traer la estabilidad al banquillo del Deportivo y, además, el regreso a la máxima categoría.