‘Adelante’ se reinventa en la segunda vuelta, y comienza con Osasuna. Colista, pero dispuesto a dar guerra. Como siempre.
El Deportivo acude a El Sadar para medirse a Osasuna en un duelo crucial para las aspiraciones de ambos, y en el que el conjunto navarro tratará de aprovechar el empuje de su afición y la mejora en su fútbol -aunque no en resultados- de las últimas jornadas para darse un respiro.
Horizonte. Mantener la categoría. Experto en la batalla.
Desde la década de los 80, Osasuna solo ha estado en seis temporadas, entre 1994 y 2000, fuera de la máxima categoría del fútbol español. Ésta es, por lo tanto, su 12ª campaña consecutiva en la máxima categoría. Tan solo dos veces en todo este tiempo, Osasuna ha logrado quedar entre los diez primeros. La histórica 2005-2006, donde Javier Aguirre logró meter al equipo en la Champions League, y el pasado año, donde los rojillos fueron novenos. Son, entonces, probablemente el equipo de Primera División más experto en la batalla por evitar el descenso. Siempre en la lucha para quedar al final fuera de la zona de quema. Siempre rozando el fuego pero sin quemarse. Este año, el reto se presume aún mayor. Osasuna es el peor equipo de los 20 una vez que todos los equipos ya se han enfrentado entre sí. Casi se ve obligado a doblegar el rendimiento en la segunda vuelta para mantenerse en la categoría. Pero, por descontado, se da por hecho que Osasuna no se va a rendir. Con el empuje de El Sadar y algún refuerzo invernal, como De las Cuevas y Ricardo, Osasuna promete volver a luchar. En Pamplona no saben conjugar el verbo rendirse.
La pizarra. Clásico 4-2-3-1. Su gran peligro, en las bandas.
Mendilibar opta para su equipo por un clásico 4-2-3-1. Sobre él basa su fortaleza defensiva, buscando la solidez en todo momento, y descargando el peso ofensivo en acciones individuales que, por lo general, parten de las bandas. Andrés Fernández es el portero de los rojillos, y Arribas y Rubén, a un gran nivel en los dos partidos, son las torres más centradas de una muralla que complementan Bertrán, ya recuperado de su lesión, y Oier, lesionado y sustituido por Nano de cara al partido ante el Deportivo, en los laterales. Puñal y Lolo formarán un doble de pivote orientado a mantener el equilibrio en el equipo, que tiene por delante a Cejudo y Armenteros en las bandas, el gran peligro del equipo. Nino, como mediapunta, y Kike Sola, en la delantera, adquieren la responsabilidad anotadora, aunque sus cifras distan del objetivo deseado.
Nombres propios. Garra y sacrificio con tintes de calidad. Últimos, pero con grandes individualidades.
– Bajo los focos: Andrés Fernández. Magnífica primera vuelta la del portero murciano. Ha salvado goleadas y puntos para su equipo gracias a sus excepcionales reflejos. Si mejora en las salidas, acabará en un grande.
– En la sombra: Arribas. Indiscutible. Joven -tiene 23 años-, guerrero y, sobre todo, muy veloz. Conoce a la perfección sus limitaciones con el esférico y es muy contundente. El segundo futbolista con más minutos del equipo.
– La revelación: Kike Sola. Con las salidas de Lekic e Ibrahima en el mercado veraniego, el delantero de Pamplona ha gozado de las oportunidades de las que careció el pasado curso, en el que disputó tan solo siete encuentros. Muy trabajador, con calidad en el regate y a la hora de definir. Es el máximo goleador del equipo con cuatro tantos.
– El ‘bluff’: Joseba Llorente. Aunque querido por la afición, el atacante vasco, que sí ha gozado de ocasiones, no ha estado acertado de cara al marco rival y tan solo ha logrado una diana, lo que le ha hecho perder el puesto.
Aficionado ilustre. Barricada. Rock con ritmo rojillo.
El histórico grupo pamplonés ha estado siempre muy ligado a Osasuna por ser un símbolo de una ciudad y de una tierra, Navarra, a la que siempre han defendido. Rojillos de corazón, los integrantes de la banda -formada actualmente por ‘El Boni’, Alfredo, Ibi y Ander- han participado en alguna ocasión en tertulias deportivas sobre el conjunto osasunista, en homenajes a la entidad y también se les ha visto bastantes veces por El Sadar. Con más de un millón de discos vendidos, su rock urbano y en ocasiones reivindicativo contra los altos mandos ha ido muy ligado a un club que tradicionalmente ha destacado por su capacidad de complicarle las cosas a los equipos grandes -como al Real Madrid en la última jornada- , a los que, sin duda, les habrá hecho pasar alguna que “Otra Noche Sin Dormir”.
Seguro que no lo sabes… El equipo del pueblo. Surgió a partir de la lucha de los pamploneses.
Tras la disolución de varias entidades deportivas por problemas económicos a finales de la segunda década del siglo XX, Pamplona se negó a borrar el fútbol de su tierra, por lo que varios miembros de diferentes asociaciones hicieron lo imposible para dar el primer paso y crear la que se conoció como Sociedad Sportiva. Tras hacer una colecta por toda la ciudad navarra, la Sociedad consiguió dinero para comprar equipaciones, lo que le permitió enfrentarse a algunos clubes militares, muy frecuentes en aquella época. Sin embargo, diversas discusiones internas dieron lugar a una escisión en la entidad, y la Sociedad Sportiva y el New Club (la nueva sociedad) separaron sus caminos. Ante la inviabilidad de ambos y la necesidad de un único club como identidad y unión para todos los pamploneses, los dos organismos terminaron por volver a juntarse y formar un equipo profesional: Osasuna (“fuerza” en euskera), cuyo primer partido data del año 1920. Desde entonces, el conjunto navarro se ha mantenido, junto al Real Madrid, al Barcelona y al Athletic Club, como uno de los cuatro equipos españoles que no se ha convertido en una Sociedad Anónima Deportiva y, por lo tanto, pertenece únicamente a a quienes lo fundaron, sus socios, que en su origen eran seis y ahora son más 15.500.
Once histórico 1990-2013. Sólido, como siempre. Puñal es el capitán, Gancedo pone la magia y Ziganda, el gol.