El Dépor Abanca cuenta las horas que faltan para saltar el domingo a Riazor y jugarse ante el Cacereño el ascenso a Liga F. El equipo blanquiazul depende de sí mismo y una victoria daría el objetivo, con opciones incluso de conseguirlo por otras vías si el Espanyol no logra ganar al Barcelona B. Ainhoa Marín ve al vestuario muy centrado y cree que no fallarán:
Semana especial
«Estamos ilusionadas, la semana lo merece. Es una semana más extraordinaria, pero me sorprende que estemos intentando llevarla con esta naturalidad. Nos veo bastante centradas en lo que va a poder ser y lo que queremos ganar. Me gusta ver eso en el equipo y me hace estar más tranquila».
Nervios o ilusión
«No tengo nervios todavía. No sé el día de partido, igual ahí es diferente. Pero estoy muy tranquila. Hablaba estes días Luis Enrique sobre la ansiedad, los nervios, el miedo… a veces nos preocupamos mucho por un partido, pero la final hay gente que tiene que ganar dinero para poder comer. Yo de lo único que tengo que preocuparme es de hacer jugadas en la banda y de que el equipo gane. Por eso estoy tranquila».
Mentalidad
«Tenemos muy claro lo que tenemos que pensar. No paramos de recordárnoslo. Estar centradas, Irene también nos lo recuerda. Sabemos que tenemos un pasado en el que no se pudo y queremos hacer las cosas bien esta vez. Ir en el presente. Hoy entreno, mañana día de descanso y seguir esta línea. Habrá errores, seguro, pero no pasa nada. Hay que naturalizarlo. Lo que queremos es ganar y hay que ir a por ello. Que no nos puedan los nervios».
Riazor
«Para mí es un orgullo. Me da un empujón personalmente. Me hace en el campo gustarme un poco. Delante de mucha gente, en un estadio histórico y esos alicientes me hacen dar un poco más de mí. El club nos da esa oportunidad y mi manera única de poder compensar eso es haciendo lo que mejor sé. Tanto mis compañeras como yo pensamos en esa línea. Ese empujón de devolver al club lo que me está dando».