El Deportivo afronta las dos últimas jornadas de Primera RFEF con dos objetivos. Uno prioritario, que es amarrar la segunda plaza para tener en ventaja en el playoff de ascenso. El siguiente va unido a no perder precisamente parte de esas ventajas en las eliminatorias de ascenso, que es afrontarlas con todos sus jugadores clave disponibles. A nivel físico de momento todo va bien, pero Borja Jiménez tendrá que gestionar la alerta amarilla en la que se encuentran hasta siete futbolistas blanquiazules a día de hoy.
Héctor Hernández, William de Camargo, Miku y Quiles están apercibidos de sanción. A ellos se suman Lapeña, Álex Bergantiños y Diego Villares, con tres tarjetas – ocho en el caso del central -. Si cualquiera de ellos viera la quinta amarilla – o la décima en el caso de Miku y Lapeña – en el último encuentro ante Unionistas, se perderían la semifinal del playoff.
Obviamente, para que eso sucediera con el segundo grupo de jugadores, tendrían que ser amonestados primero ante el Valladolid Promesas este mismo sábado. En el caso de los que ya llegan apercibidos al duelo con el filial, una tarjeta les haría perderse la última jornada, a la que el Dépor puede llegar sin jugarse nada, pero al menos estarían a salvo ya los partidos decisivos.
¿Pero no se limpiaban las tarjetas de cara al playoff?
Efectivamente, la RFEF ha establecido que los ciclos de tarjetas se resetearán una vez comience el playoff de ascenso. Pero eso no evita que si ves la quinta tarjeta del ciclo en la jornada 38, o eres expulsado, tengas que cumplir sanción en el partido de semifinales.
Esta norma aplica para los jugadores que terminen la temporada con apercibidos. Es decir, si Héctor, William, Miku o Quiles no son amonestados en estas dos jornadas, empezarán las eliminatorias de ascenso con cero tarjetas. Esto garantiza poder disputar el playoff completo a no ser que el jugador sea expulsado ya en esos partidos.