Juan Antonio Anquela, entrenador del Deportivo, analizó el empate de su equipo ante el Almería. Un resultado que hace que los blanquiazules sigan en puestos de descenso a Segunda B. El técnico, sobre su futuro, explicó que «los entrenadores siempre estamos con problemas y ahora yo lo estoy, con razón».
Preguntado sobre si este resultado cambia algo, destacó que «no tiene por qué cambiar la percepción. Eso a mí no me compete. Tengo que trabajar como trabajo todos los días, vivo para esto. Mi ilusión es esto. Cabizbajo no estoy jamás, estoy un poco triste, porque el trabajo que han hecho mis futbolistas no se ha visto recompensado».
En cuanto a si las sensaciones son suficientes para su continuidad, apuntó que «si hay confianza, hay confianza. Y si no hay confianza… a mí hasta ahora lo que me ha demostrado este club es una confianza en mí tremenda. Que nosotros no la hemos correspondido. Pero trabajar, no hemos dejado de trabajar ni un día. Ni lo vamos a dejar. La cabeza siempre la llevaremos alta, porque lo tenemos claro. Es nuestra profesión, la amamos, la respetamos, y luego lo que tenga que ser, que sea. Los entrenadores siempre estamos con problemas y ahora yo lo estoy, con razón».
Reflexionó sobre su estado de ánimo. «Os lo digo de verdad, a mí esto me está matando. Soy demasiado responsable, vivo por y para esto. No le estoy dando al Depor lo que el Dépor me está dando. Soy una persona ganadora, que quiere ver lo que hoy he visto en muchas fases de mi equipo. Intenso, jugando bien al fútbol, porque hacemos cosas para jugar bien al fútbol. Otros días reaccionamos con el marcador en contra, cuando ya no tienes nada que perder. Hoy hemos hecho un partido relativamente bueno con una mochila que pesa mucho en las piernas. Lo otro… siento mucho la afición que tenemos, que no le hayamos dado una alegría en 10 jornadas. Lo siento por la gente que trabaja, nada más. Pelearé, lucharé… es mi profesión desde los 18 años en un vestuario. Ahora tocan los momentos malos y cuando vienen hay que seguir trabajando, poner el chubasquero y esperar a que deje de llover».
Por su cabeza no pasa una dimisión. «No, no no… el fútbol me lleva matando mucho tiempo y todavía no me he muerto. Y aquí espero sobrevivir, pero si no, mala suerte. No soy un vividor. Yo voy a trabajar a las 8 de la mañana, me voy a las 4 y en casa sigo trabajando. Me gustaría que eso se plasmara. Lo que me está matando es no poder darle la alegría a la afición y a los que mandan. Las caras que tienen los pobres».
Volvió a romper una lanza a favor de su plantilla. «Esto no es fácil. Hemos tenido mil problemas y nunca me he quejado. Y con ellos voy al fin del mundo. Si tengo tiempo bien, pero si no…».
En cuanto al partido, su equipo vivió la expulsión de Montero por una agresión que vio el VAR. «Íbamos a ganar, lo intentamos incluso con 10. Teníamos confianza en que podíamos hacerlo. Es una expulsión que hoy si funciona el VAR, otros días no funciona. El otro día contra el Mirandés no funcionó».
Hablando ya del juego ante el Almería, explicó que hoy su equipo tuvo continuidad. «En un trabajo, en seguir y mira que nos lo han puesto difícil. Porque hay un señor de verde que no sé como consiente estas cosas. Esto es muy fácil. En el fútbol o te levantas o no te levantas (por los jugadores del Almería)».
El Deportivo salió a morder desde el inicio. «Ha cambiado que nos hemos mirado a la cara y hemos dicho que vamos a ir para adelante. Vamos a dar lo que tenemos y lo que tenemos hay que darlo, hay que ir. Hemos sido intensos y ellos mismos se han encontrado mejor. Hemos tenido más la pelota. Ager ha venido más atrás, se ha asociado bien con Gaku, con Álex. Nosotros queremos sacar jugar, sacar el balón de atrás y mira que nos cuesta. Y a veces formamos líos. Hemos conectado bien con la segunda línea, pero nos ha faltado la maldad de arriba, que se tiene o no se tiene».
El delantero titular fue Samuele Longo y en la segunda mitad entró Christian Santos.»Hacen lo que pueden, nada más. A mí me ha parecido que han trabajado lo que pueden, pero no han estado afortunados. Eso está siempre ahí. Yo defiendo a los míos y voy a muerte con ellos».
En cuanto a la ausencia de Lampropoulos, «pensábamos que tenía que jugar Peru ahí de central. Ha estado sobrio, com dos errores en la entrega... pero es que no es fácil».
Por último, Anquela reconoció que temió por la derrota. «Al perro flaco todo son pulgas. Pero hemos ido arriba y hemos intentado ganar partidos por todos los medios. A veces un pelín aturullados, pero eso se cogerá el día que tengamos puntos y esperemos que sea cuanto antes».