Juan Antonio Anquela intentó aclarar su polémica intervención en una radio de Perú en la que dejaba entrever que no estaba al tanto de la llegada de Beto da Silva al Deportivo: «Yo no concedo ninguna entrevista. Era una conversación que la hacen entrevista. Al principio no sabía que se estaba grabando, luego ya sí. Si se quieren buscar tres pies al gato… hay una cosa muy simple. Antes el entrenador decía ‘quiero a este y a este’. El director deportivo prácticamente ni existía. El fútbol ha avanzado y hay que adaptarse. Vengo con las cartas boca arriba. Me dicen ‘Esto funciona así, ¿te interesa’, y claro que me interesa«.
El técnico insistió en que la comunicación con Carmelo del Pozo fue constante y elogió su trabajo durante todo el verano: «Aquí vamos perfectamente coordinados. Todo lo que se hace, Carmelo me lo comunica. Lo que sí está claro es que yo no he dicho nada que no haya dicho aquí. Me dijo que si se iba Rolan podía venir un futbolista de México. Ya está. Estaba esperando a que fueran las 12 de la noche para que Carmelo me comunicara el final del mercado. El trabajo de la dirección deportiva ha sido excelente. Os dejaba un día para que estuvierais con él (Carmelo). Este rimo no lo aguanta nadie. Al teléfono cada 5 segundos, a las 5 de la mañana para cerrar lo de Rolan…»
Por eso, su valoración de la plantilla definitiva es buena: «Han venido cinco futbolistas que van a aportar mucho. A ver si tenemos la suerte de quitarle todo el rendimiento que pueden dar. Creo que ha quedado una plantilla equilibrada, dos futbolistas por puesto«. En cuanto a los canteranos, «si tenemos que echar mano de ellos no temblará el pulso. Como con Mujaid. La plantilla ha mejorado considerablemente y lo que toca ahora es sumar puntos».
Anunció que varios de los recién llegados entrarán directamente en el once y parece que uno de ellos será Montero, al que elogió: «Un fútbolista joven como él, con esa experiencia… en el Atlético un central no juega ocho partidos si no tiene la personalidad y la clase suficientes. El que no defiende bien en el Atlético, con Simeone no juega. Y este chico ha jugado mucho».
Quiere ver a un Deportivo más físico
Anquela reconoció que el partido ante el Huesca fue muy mal, pero cree que ante el Rayo se vieron cosas positivas. Más allá de los errores graves en defensa, el entrenador quiere a un equipo más físico en todas las zonas del campo: «En Huesca no competimos como requiere la categoría. Si no me quejo de eso, me estoy engañando a mí y a todo el mundo. Lo primero en Segunda es el cuerpo a cuerpo. Si no solventas eso no vas a ganar un partido. Gran parte del fútbol es duelo individual, si tú me ganas la partida. Si en siete duelos, pierdes seis… seguramente no ganes. Tenemos que ganar a base de pico y pala. Estamos pasando muchos problemas porque en algunos balones divididos no somos contundentes. Si no hacemos eso, no ganaremos a nadie«.
También habló sobre la forma de defender la estrategia y la posibilidad de plantearse cambios: «Lo estamos mirando. No todas las fórmulas son válidas siempre. El año pasado, como yo los llamaba, tenía tres ‘ponis’ y dejábamos uno al rechace y dos arriba. No podíamos defender de otra manera, porque si tenía que poner a uno de 1,50 con uno de 1,90… Aquí había dos centrales y un delantero muy poderosos por arriba y defensivamente solventaban la papeleta«.
La situación de Santos y el respeto hacia los entrenadores
Terminó Anquela aclarando la situación de Santos, «se ha pasado media temporada entrenando aparte por lesión. El delantero centro tiene que estar como un toro e ir a por todas y Christian no está para eso aún. Ahora rinde más así». Al mismo tiempo, reflexionó sobre lo poco que se valora el trabajo de los entrenadores: «Yo respeto a todo el mundo y mi trabajo lo respetan cuatro. Hay que convivir con ello. Y no me refiero aquí. El trabajo del entrenador no lo respeta nadie. Cuando yo hago los cambios le doy mil vueltas. Me puedo equivocar, claro. Hay quien te lo dice con respeto y otros que no. Recuerdo que en Huesca me decían que no tenía ni idea por no poner a Samu. Que sólo lo ponía 15 minutos. Si lo ponía 16, se lesionaba. Hoy en día, el trabajo del entrenador no lo respeta ni su mujer«.