El carácter solidario del equipo, los contratiempos para formar el once o varias actuaciones individuales, temas de interés del análisis del encuentro entre merengues y blanquiazules.
1. Grandísimo encuentro el efectuado por el Deportivo en el Alfredo Di Stefano. Seguro y sobrio en defensa y con mordiente en ataque. Los de Fernando Vázquez necesitaban sacar los tres puntos y lo hicieron con un fútbol práctico con matices. En ocasiones fue elaborado, siempre y cuando el balón pasaba por las botas de Ibrahim Sissoko. El Dépor se hace fuerte en la fase decisiva del campeonato.
2. Si en algo se caracteriza este Dépor es que es disciplinado y obediente. Si en algo se caracteriza es que es SOLIDARIO. De principio a fin. Desde el primero al último. El delantero, los mediapuntas o cualquiera de los centrales corren, pelean y se sacrifican por sus compañeros en cada posición del campo.
3. Durante prácticamente todo el partido, los cánticos que entraban por el micrófono de ambiente en la televisión eran de aficionados del Deportivo. Los pupilos de Vázquez se sintieron como en casa, situación que cada vez es más habitual.
4. Llevarse los tres puntos del feudo madridista no fue nada fácil para el conjunto gallego. Ni sin contratiempos. Justo antes de comenzar el encuentro, Carlos Marchena se resintió de sus problemas físicos y Manuel Pablo tuvo que partir de central junto a Alberto Lopo. Una posición en la que, en partidos oficiales, apenas ha formado el canario como jugador blanquiazul. Y lo hizo bien. El capitán lo hizo muy bien.
5. Otro que tuvo una actuación destacada fue el polaco acompañando a Juan Domínguez en el centro del campo. Cezary Wilk es el encargado de paliar la baja de Álex Bergantiños en la medular y ayer lo hizo casi todo bien. Robó, presionó la salida e incluso se animó a despegarse y llegar con peligro a área rival. Notabilísimas prestaciones.
6. En un partido tan correcto de los gallegos resulta complicado acentuar negativas actuaciones individuales. Diego Ifrán fue otro que hizo lo que se le pidió. El uruguayo está siendo un fijo en los cambios de Fernando Vázquez durante los partidos y ayer le dio la razón. Marcó el gol de la tranquilidad con mucha tranquilidad, valga la redundancia. El charrúa vio puerta 14 meses después.