La mentalidad ganadora, la variación del sistema, las internadas de los laterales, el buen partido de Juan Domínguez o el paso adelante de Borja, temas de interés de este análisis del partido de Riazor.
1. El Dépor ayer ganó como un grande. Por lo menos hasta que el árbitro asturiano Pablo González Fuertes pitó penalti de Culio mediada la segunda parte y el Alavés recortó distancias. Hasta entonces, los de Fernando Vázquez hicieron uno de los mejores partidos de la temporada. Mandó, tocó con comodidad, robó arriba y causó terror a la defensa vitoriana cada vez que los atacantes triangulaban. Si los primeros encuentros durante esta campaña, el equipo ganó esperando y saliendo a la contra, esta vez lo hizo yendo a buscar al rival.
2. No solo cambió la intensidad y la mentalidad con respecto a anteriores encuentros, sino que también hubo una interesante variación del sistema. De un 4-1-4-1 pasó a un 4-4-2 con la entrada de Luis Fernández y Borja Bastón como arietes. En ocasiones también dispuso un 4-1-3-2 con Álex Bergantiños ocupando él solo toda la medular blanquiazul.
3. Muy importante la aportación ofensiva de los laterales en este cambio de sistema. Juan Carlos y Culio, como teóricos volantes, caían mucho hacia posiciones centradas, dejando mucho espacio para las carreras de Laure y Luisinho. El portugués aprovechó una apertura de Culio para regalarle a Juan Carlos el 1-0 que abrió el marcador.
4. Buen partido de Borja Bastón junto a Luis Fernández en la delantera. El madrileño, máximo goleador del equipo con 6 tantos, pasó del banquillo al terreno de juego y se notó en él un cambio de actitud. No dio un balón por perdido, lucho lo indecible con los zagueros rivales y tuvo la determinación necesaria para meter la punta de su bota cuando Goitia ya estaba rendido. Fernando Vázquez quedó muy contento con el joven delantero de 21 años. Vázquez ya sabe que puede volver a contar con él cuando quiera.
5. Otro que volvió por sus fueros jugó en el centro del campo y dio dos balones de gol con una clase de espanto. Juan Domínguez acalló las críticas de las últimas semanas con un partidazo. Enorme en la distribución, solidario en la presión y con un último pase que ya pocos tienen en esta plantilla. El primero sirvió para que Borja pusiese el 2-0 y el segundo lo marró Luis Fernández después de un gran desmarque.
6. Como Borja, también regresó a la titularidad Juan Carlos Real, que esta temporada está combinando notabilísimas actuaciones con otras menos afortunadas. Poco a poco va a adaptándose a los que Vázquez le pide: partir desde la banda derecha y llegar al área. Forzosamente, y por su condición de mediapunta, cae mucho al centro para combinar con Culio y Juan Domínguez.
7. Seguimos de nombres propios y señalamos un día más a Emmanuel Culio. El argentino sigue en estado de gracia. Es el primero en presionar arriba y también el primero que va a buscar la pelota a la defensa para sacarla higiénicamente. Muchas veces el penúltimo pase es más importante que el último pase o el gol. Ayer dio el decisivo penúltimo pase en el gol de Juan Carlos.
8. Defensivamente, el Deportivo sigue siendo una piedra, una roca. En este equipo de Vázquez todos son importantes en el aspecto defensivo y por eso observamos sacrificio a los mediocentros, a los hombres de banda y a los delanteros. Sin embargo, la columna vertebral está claramente definida: un rombo formado por Germán Lux, Carlos Marchena, Pablo Insua y Álex Bergantiños. En Eibar, en Ipurúa, faltará Insua por acumulación de tarjetas.
9. Me da la sensación de que no se valora lo suficiente el papel de Álex Bergantiños en este Deportivo. Aunque sabemos que hay mucha gente que valora su trabajo, otros muchos no terminan de verlo. Quizá porque estos últimos no han jugado al fútbol y no saben del valor que tiene la labor de un centrocampista destructivo. Álex, además, es furia, garra, corazón. Álex es sentimiento, sentimiento deportivista. Si se llamase de otra forma y estuviese en otro equipo, seguro que muchos de los que no aprecian sus cualidades lo querrían en su plantilla. En los últimos tres años, solamente Abel Aguilar, el bicho colombiano, le relegó al banquillo. Un gran centrocampista como es Borja Fernández, ahora titular en un Getafe en puestos europeos, vivió a su sombra una temporada.