El planteamiento inicial, los cambios que cambiaron el partido, la fuerza por la boca de Medunjanin o el momento de Fabricio, temas de interés de este análisis entre gallegos y madrileños.
1. Nueva derrota del Deportivo, un derrape que a principio de temporada se daba por hecho pero viendo el momento de la temporada deja muy tocado al equipo gallego (tres puntos de los últimos 30). Una derrota, además, dejando mala imagen, pues de los 90 minutos que dura el partido, el Dépor tan solo dio la cara los últimos 15′ en un arrebato de orgullo y de amor propio. Vi gente como abandonaba el estadio en el minuto 22 y vi a personas que pitaban y pedían más compromiso a jugadores intocables de la plantilla. El desasosiego fue palpable hasta que a Sidnei se le ocurrió hacer una incursión por el costado zurdo. Ahí sí vi a la afición volcada después de mucho tiempo. «Con que poco nos conformamos», le dije a mi compañero de asiento. Tal cual. La afición se agarra a un clavo ardiendo.
2. Creo que no fue acertado el planteamiento inicial de Víctor Sánchez del Amo. El madrileño optó por desmelenarse y desmelenar a su equipo con dos delanteros en un claro 4-4-2. Medunjanin se situó junto a Álex Bergantiños para ser el encargado de hacer de pegamento entre el centro del campo y la delantera, y adquirían especial relevancia las subidas de Luisinho y Juanfran para buscar a los dos arietes por arriba. La idea, como digo, no me gustó. Principalmente porque al Atlético de Madrid es muy difícil hacerle daño por arriba -Godín y Giménez son capitanes generales de las alturas- y por dejar desprotegido un centro del campo que el rival te comió con Tiago, Gabi y Saúl.
3. Si bien es cierto que no me gustó la disposición inicial, sí que tengo que reconocer que los cambios desde el banquillo fueron muy buenos e hicieron reaccionar a un equipo muerto. Víctor hizo cambios de nombres y también de esquema. Saltó Fariña por el lesionado Lucas y ocupó posiciones centrales. Salió Juan Domínguez por Luisinho y le dio al eumés los hilos del muñeco pasando a Álex Bergantiños al centro de una defensa de tres. Y, por último, introdujo a Cuenca, al que le mandó subir y bajar por la banda izquierda después de que hubiese hecho lo propio con Cavaleiro.
4. Habló fuera del campo y mucha gente le aplaudió. Luego el técnico le dio los galones en el campo y se quedó calladito, como si no le saliesen las palabras delante de tanta gente. Haris Medunjanin perdió una oportunidad de oro para ganarse el puesto en el once que él mismo perdió a principios de temporada. Sin profundidad en sus pases, blando en defensa y sin la garra que demostró en rueda de prensa, el bosnio se convirtió en un centrocampista de lo más vulgar frente al Atlético de Madrid. Con la entrada de Juan Domínguez, se situó unos metros por delante para tener la portería más cerca y aún así pasó completamente desapercibido. Tampoco a balón parado puso un centro en condiciones. Otra oportunidad desperdiciada de unos de los fichajes más mediáticos del verano pasado.
5. Sidnei es un central único, de contrastes, de errores y de aciertos. A veces más errores, a veces más aciertos. Mayoritariamente más aciertos, pero no suele olvidarse de los errores. Ayer protagonizó uno de cada, o por lo menos uno de cada. Falló en el segundo gol rojiblanco siendo la cabeza visible de un error colectivo a la salida de un saque de banda. El brasileño peinó un balón y se lo dejó franco a Griezmann para hacer el 0-2. Después, estuvo impresionante en el 1-2, protagonizando la primera jugada de extremo que recuerda el Deportivo esta temporada en Riazor. A lo largo de esta campaña, Sidnei Rechel ha sido mejor atacante que muchos otros atacantes del Dépor.
6. Otro que está en estado de gracia y a un nivel espectacular es Fabricio Agosto. Fichaje de la pasada campaña en Segunda División como suplente de Germán Lux, el canario se está confirmando como uno de los mejores porteros de la Liga BBVA. Solvente, con carácter y unos reflejos felinos, Fabricio se ha ganado un hueco entre la afición blanquiazul. Su triple parada ayer a Raúl Jiménez, Fernando Torres y Raúl García es de otro planeta. Una jugada, por cierto, que acaba sacando bajo palos Juan Domínguez en el cuarto remate, este del mexicano Jiménez.
7. Sigo viendo el calendario y sigo acojonado. A pesar de que a los rivales les esté costando sumar, no veo al Dépor capaz de conseguir un mínimo de tres victorias en los seis partidos que restan para el final. El del Camp Nou casi lo olvidamos, por lo que hay que salir a muerte frente al Málaga en La Rosaleda, Villarreal en Riazor y el Athletic de Bilbao en San Mamés. Obviamente también en el Martínez Valero frente al Elche y en Riazor ante el Levante porque son rivales directos, pero no puedes dejar todo para el final ante dos equipos que se van a estar jugando la vida como tú. Valentía ante Málaga, Villarreal y Athletic, no pido más. Bueno sí, y responsabilidad ante el Elche y el Levante. Hay más de 25.000 personas detrás.