La falta de actitud durante buena parte del encuentro, el escaso sacrificio defensivo, el partidazo de Yuri o las paradas de Germán Lux, entre otros temas de interés de este análisis del encuentro entre coruñeses y bercianos.
1. Decepcionante encuentro del Deportivo de La Coruña delante de su afición. Fue evidente la falta de actitud, como si los jugadores pensasen que iban a ganar el partido sin saltar al campo. Todos sabemos que esta Segunda División es caprichosa e incluso un equipo que lleva prácticamente toda la temporada sin ganar fuera de su casa puede hacerle un roto al equipo que aparenta ser el líder destacado y fiable. Parece que lo sabíamos todos excepto los futbolistas, que salieron a pasear por el pasto de Riazor.
2. El dibujo esbozado por Fernando Vázquez en las dos últimas jornadas (4-1-4-1) funcionó porque la línea de cuatro trescuartistas no corrían solo hacia delante, sino que lo hacían también hacia atrás. De nada sirve tener una táctica tan ofensiva si los Juan Carlos, Rabello, Sissoko y Luisinho no apoyan en la presión y no se sacrifican en defensa. Estoy seguro de que el técnico de Castrofeito echó en falta ayer un pivote más bregador como Álex Bergantiños o Cezary Wilk en el terreno de juego.
3. Si en un 0-3 (y pudieron ser más) tu mejor jugador es el portero demuestra que evidentemente el partido no ha sido bueno. Germán ‘Poroto’ Lux no pudo hacer más en ninguno de los tres goles e incluso en el primero adivina el lugar del lanzamiento del rival y su rechace se lo cuela involuntariamente Laure. El Dépor debería atar cuanto antes a un arquero que es un seguro de vida y un líder silencioso para su equipo.
4. El 0-3 es doloroso, pero que el pesimismo no invada en la afición y en el equipo porque las posibilidades del ascenso directo están todavía intactas. Y ya no por los resultados que se han dado más adelante (derrotas de Tenerife y Las Palmas, y empate del Eibar), que también, sino porque al Deportivo le sirven poco más de dos victorias para ser un conjunto de Primera. Con siete u ocho puntos más debería ser suficiente.
5. La Ponferradina planteó un partido perfecto -ojo con el trabajo de Claudio Barragán- y un nombre destacó por encima de todos los demás. Yuri de Souza Fonseca fue un auténtico quebradero de cabeza para Pablo Insua y para Alberto Lopo, con el que protagonizó un duelo frenético. El delantero brasileño, ex del Pontevedra, marcó además el segundo gol. En Riazor se preguntaban qué hacía el Frédéric Kanouté de hace cinco años con la elástica de la Ponferradina llevándoles los tres puntos.
6. En definitiva, toque de atención a un equipo que no debe confiarse. El camino está completamente despejado, pero hay que llegar al kilómetro 42 antes que cualquiera. No vale rendirse ni bajar los brazos, la afición que ha acompañado al equipo durante toda esta campaña espinada en Segunda División se merece un sacrificio extra en los últimos encuentros. “Ningún jugador se piensa que ya hemos ascendido”, dijo Toché. Que así sea.