Con Arturo Luis Patiño Cozar (A Coruña, 1970) una conversación sobre fútbol remite inmediatamente a un rosario de anécdotas. Y a su admiración por Johan Cruyff. Criado en las categorías inferiores del Orillamar y del Deportivo, debutó en Primera División con el conjunto herculino de la mano de Marco Antonio Boronat y sólo 21 años en su carné de identidad. El mismo que luego portó en su maleta a la hora de peregrinar por la Península -y más allá-, con Granada y Las Palmas como dos de sus muchos destinos.
Sobre su trayectoria, la cercanía del Deportivo – Celta que se jugará el próximo sábado en el Estadio Municipal de Riazor y su visión actual de ambas escuadras, conversó el exdelantero blanquiazul con Riazor.org.
Se conoce cómo es un derbi en la grada y las calles. Pero, y ¿en el vestuario?
En un vestuario es un partido especial. Al terminar el partido no es lo mismo salir a la calle habiendo ganado al Celta que después de haber perdido. Durante la semana se siente así. Y en tu vida diaria. Vas a comer a algún sitio o con tu mujer de compras y te recuerdan que debes ganar. El vecino te lo dice. Todo el mundo.
Tú sabes qué es marcar en Balaídos. Lo conseguiste en 1992.
Fue en la siguiente pretemporada tras lograr la permanencia en Sevilla ante el Betis. Ya con Bebeto y Mauro. Jugábamos el Trofeo Xacobeo, la semifinal contra el Lugo la jugó el equipo teóricamente titular y la final los menos habituales. Una contra por la banda derecha de Kirov, puso el centro, yo llegaba lanzado y la empalé. Y nada, para dentro.
El postpartido debió ser realmente particular para ti.
Para mí jugar en Balaídos siempre fue especial. Digamos que hacerlo contra el Celta. Había otros partidos como, por ejemplo, contra el Coruxo, que no eran tan así. Pero jugar en Cangas o la Illa de Arousa era un infierno. Dependía del lugar. Ibas a Pontevedra, y no.
Todos los derbis tiene algo diferente. Cuando estuve en Las Palmas, cualquier partido contra el Tenerife, Mensajero o Telde eran de tensión. Todos te querían ganar. En aquella época el Mensajero estaba creciendo, se quería colocar a la par de la Unión Deportiva y encima tenía un presidente un poco dicharachero. Hubo una previa a un partido que, durante toda la semana, estuvo recordando que ellos eran el segundo equipo de las islas. Que detrás del Tenerife estaban ellos. Fue un choque durísimo. Nos dimos unas hostias elegantes y metí en el Insular un gol de cabeza en plancha. Ganamos 2-0.
Hablemos de tu año en el Endesa. Estuvisteis cerca de eliminar al Celta en Copa del Rey precisamente en su casa.
Marcó Berges a falta de ocho minutos. Igual había 2.000 personas como mucho en el estadio. Y me pasó una anécdota muy simpática. Iba andando hacia el banquillo y de repente escucho como me gritaban: «¡Arturo, turco!«. Jugué la segunda parte y provoqué un penalti que, creo recordar, me hizo Míchel Salgado.
En aquel Endesa estaba Xandro, que se había criado en las categorías inferiores del Celta. Y estaba Juan, el portero, que en aquel momento salía con la hija de Txetxu Rojo. También Javi, un chico que jugó conmigo en el Bergantiños y era de Vilanova de Arousa. Había mucha gente de la provincia de Pontevedra, pero todos querían ganar aquel partido y demostrar cosas.
Con dos viejos zorros de los banquillos como Fernando Santos y Paco Melo.
Tener a Paco Melo como entrenador fue muy gratificante. Jugó en el Atlético de Madrid con los más grandes. Un tipo que fue internacional y, además, venía de un fútbol distinto. Tenía muchísima experiencia. Paco te sabía apretar. A algún compañero que igual era un poco más blandito, sabía cómo hacerle competir.
¿Llegaste a tener algún enemigo íntimo en la zaga rival?
No especialmente. He tenido enfrentamientos importantes con centrales, pero no en los derbis. Patxi Ferreira pegaba fuerte, evidentemente. Pero no recuerdo los derbis muy encendidos como tal. No a nivel personal. En algunos que jugué con el filial coincidía con gente que veía en la selección gallega juvenil. Eran intensos por lo que entrañaban, pero no de perder la cabeza o de llegar a ser agresivos.
Asalto a Europa, travesía por Segunda, salvación sobre la bocina en la última jornada de Primera… La historia reciente de ambos invita a pensar en ciertos paralelismos.
Sí, y no estoy seguro, pero puede tener un poco de relación con la idiosincrasia de los gallegos. Es decir, la única diferencia que tienen -y realmente es la importante- es la relativa a los títulos. El Dépor los tiene y el Celta no, pero en lo referente a su trayectoria son similares. Tuvieron dirigentes muy presidencialistas, y una vez desaparecen, ambos clubes inician una transición. Y en el Celta empezaron ese trabajo quizá cuatro años antes, cuando se fue Horacio.
Berizzo y Víctor. Ambos, exjugadores de los equipos que ahora entrenan. ¿Cambia la perspectiva de una plantilla al tener frente a frente a clásicos del club?
En la educación deportiva, el condicionante del respeto es muy importante. Si ya habitualmente se lo debes tener a un entrenador, sabiendo que tienes uno que hace poco llegó a una final de Champions, como es Víctor… Yo a Arsenio no lo vi jugar, pero la mayoría de la plantilla del Deportivo sí ha visto jugar a su técnico, y también alcanzar metas que ellos no han logrado.
Recuerdo muchos viajes con Paco Melo en los que lo vacilábamos mucho porque le gustaba contar sus historietas de la selección, de cómo se las ponía a Gárate para empujar. Nos comentaba riendo: «La insignia esta, la de la Federación. Ésta no la regalan«. Por eso, cuando te dicen las cosas tipos así, escuchas de otra manera. Por eso soy muy defensor de los entrenadores que fueron jugadores.
¿En qué momento anímico llegan Deportivo y Celta a este partido?
El Celta parte con un poquito más de ventaja. Creo que tiene un frente de ataque más determinante. Orellana y Nolito andan especialmente bien. Es un partido que tiende a una igualdad al cincuenta por ciento. Tengo la impresión de que al Celta no le afectan mucho los resultados, sean abultados o extraños. La derrota ante el Valencia fue tan engañosa como la victoria ante el Barcelona.
El Deportivo sólo hizo un mal partido ante el Málaga. La imagen del año pasado era totalmente distinta. Tiene un plan y sale sabiendo cómo jugar. Te puede gustar más o menos, pero no es como en el pasado, que era un poco dejado a la improvisación.
La estadística señala al Celta como el equipo con mejores prestaciones a domicilio del campeonato.
El Celta está muy cómodo cuando el que debe llevar el peso del partido es el equipo contrario. Por eso le ganaron 4-1 al Barcelona. A la contra, te matan. Si el Deportivo vuelve a jugar como lo hizo ante el Atlético de Madrid tiene opciones de llevarse el partido. Vale, es un derbi, pero así pasó el año pasado. Una cosa es empujar y otra volverse loco. Y una es tensión y otra perder el norte.
¿Qué futbolista tiene más impacto en los planteamientos de uno y otro equipo?
En el Deportivo, Mosquera. Tiene un peso brutal en todos los sentidos. No se le ve un tipo de carácter encendido dentro del campo, pero sí con una jerarquía y un control absoluto del equipo. Lucas es más determinante y, además, es Lucas, pero Mosquera maneja todo el juego.
En el Celta es cierto que Augusto pone el equilibrio, pero a la hora de liberar Nolito está por encima.
Como exdelantero, ¿con quién te identificas sobre el césped? ¿Iago Aspas o Lucas Pérez?
Con Lucas, totalmente. Yo era más de incordiar, de estar encima y quizá más matador, pero él está técnicamente por encima. Los zurdos plásticamente son mejores. La pisada que hizo ante el Atlético no quedaría igual de bonita en los pies de un diestro.
Además, se fue a buscar la vida realmente lejos. En sitios donde Jesucristo perdió las chanclas, como quien dice. Se lo ha trabajado, y vuelve al equipo de su casa. Lucas tiene lo que tiene porque se ha partido la cara en Ucrania y Grecia. Ahora tiene su recompensa, y no lo va a olvidar.
Curiosamente, ambos iniciaron su trayectoria en la línea de tres cuartos y ahora brillan como referencia.
Es complicado ubicarlos. Lucas juega arriba porque baja a recibir y da apoyos a gente que se incorpora muy bien como Fajr o Fede Cartabia. Puede jugar como ‘9’ y caer a banda. Quizá Iago sea más hábil en carrera.
¿Qué pronóstico dejas para el partido?
Veo el partido muy igualado. Quizá jugar en casa dé algo de favoritismo al Deportivo, pensando también en que Víctor haga el mismo planteamiento que ante el Atlético. Que el rival lleve el peso del partido, aunque sea un derbi.