El Numancia de Pablo Machín toma tierra en ‘Adelante’. El club que disparó la fama de Miguel Ángel Lotina con una inolvidable aventura copera se presenta en Riazor en busca de los tres puntos y con el coruñés Nano en su mejor etapa como futbolista.
El conjunto soriano visita Riazor con la intención de prolongar su buena racha de seis partidos invicto y continuar con su escapada de los puestos de descenso. Enfrente tendrán al mejor equipo como local de la Liga Adelante, pero los de Machín no se esconden y sus intenciones son las de anular el juego del Deportivo.
El ‘míster’. Pablo Machín. Contra la adversidad, con el corazón.
Soriano de nacimiento, el joven técnico se ha puesto a los mandos del Numancia tras varias temporadas a la sombra de hombres como Gonzalo Arconada o Sergio Kresic. Su gran trabajo como segundo entrenador se ha visto, por fin, recompensado. El presidente Francisco Rubio Garcés lo eligió para encabezar el proyecto rojillo de la temporada 2011-2012 y dirigir un equipo con dificultades económicas, pero con futbolistas interesantes, sobre todo en la zona de ataque como Nano, Julio Álvarez, Cedrick o Juanjo.
A sus 36 años, Machín ha sido capaz de revertir un momento difícil como el que vivió en las primeras ocho jornadas de Liga, cuando solo fue capaz de lograr una victoria. Su sentimiento numantino y su carácter ganador le permitieron continuar en el banquillo soriano y darle la vuelta a una situación complicada. Con un fútbol poco vistoso pero efectivo, ha logrado puntuar en las últimas seis fechas del campeonato y la grada de Los Pajaritos ya lo adora. A pesar de no poder presumir de un gran juego combinativo, el Numancia nunca se esconde y, si hace falta, salen a buscar al rival a su campo.
Tras salir de la zona de descenso, a Machín ahora le queda lo más complicado: mantenerse. Cualidades le sobran y tiene la juventud necesaria para convertirse en un magnífico entrenador.
El ‘crack’. Nano. Su mejor temporada como profesional.
Poco queda de aquel niño que salió del Juvenil del Deportivo con dirección a La Masía para intentar triunfar en el Fútbol Club Barcelona. Francisco Macedo da Silva ‘Nano’ no cuajó en el Camp Nou y, tras pasar por varios equipos del fútbol español como Atlético de Madrid, Getafe o Cádiz, vuelve a su tierra como se merece, siendo uno de los futbolistas más importantes del Numancia. El fino extremo izquierdo lleva una temporada para enmarcar, en la que ha sido uno de los jugadores que más minutos ha disputado del conjunto soriano y en la que no solo ha asistido a sus compañeros, sino que ha anotado cuatro goles.
Nano posee una gran calidad técnica que le permite realizar excelentes centros. Su altura y fortaleza física hacen que sea un incordio para cualquier lateral lo que, sumado a su gran zancada, lo han convertido en uno de los extremos más incisivos de la categoría de plata.
El dato. La inercia como bandera. Los sorianos esperan que su buena racha les ayude a sacar algo positivo de Riazor.
Los hombres de Machín llegan a Riazor en una muy buena dinámica y en los últimos seis encuentros han logrado dos victorias y cuatro empates. Los numantinos esperan que la seguridad obtenida en los últimos enfrentamientos les permita sobrevivir al estadio más complicado de Segunda División. Lejos de Los Pajaritos son de los peores equipos de la categoría, pero si la confianza y la moral siguen intactas pueden regresar a Soria con un jugoso premio.
Un momento histórico. Temporada 1995-1996. La Copa que situó al Numancia en el mapa futbolístico.
Ya hace más de quince años, pero seguro que todo aficionado español al fútbol lo recuerda. Hablamos de unos tiempos en los que para los equipos de Segunda División B era un auténtico imposible llegar hasta las ronda finales de la Copa del Rey. Pues en aquel inolvidable 1996 para la afición soriana, el Numancia se atrevió. Y después de eliminar al San Sebastián de los Reyes por el valor doble de los goles fuera de casa, el Numancia superó consecutivamente, y de forma épica, a tres equipos de la máxima categoría del fútbol nacional. Primero cayó la Real Sociedad, tras una interminable ronda de penaltis con 20 disparos. Después sucumbió el Rácing, con un único tanto de Barbarin. Y posteriormente se rindió el Sporting, incapaz de anotar un gol a Echeverría en El Molinón. En cuartos de final, el bombo juntó al Numancia con el Barcelona, y la épica requería alcanzar su máxima expresión. Primero, en Los Pajaritos, ambos equipos firmaron un 2-2, pese a que Johan Cruyff saltó al césped con jugadores de la talla de Hagi, Guardiola o Figo. En el partido decisivo, en el Camp Nou, terminó la aventura numantina con un 3-1, pese a que el club soriano consiguió adelantarse en el marcador con un gol de Barbarin. Más de una década después, el Numancia se vengaría en Primera División al vencer al Barça en el debut de Pep Guardiola como técnico del primer equipo barcelonista.
Una leyenda. Miguel Ángel Lotina. El ‘ideólogo’ del sueño.
Aunque la historia del Numancia habla de orgullo de otros nombres como los de Javi Moreno -y sus 18 imprescindibles goles que desembocaron en el primer ascenso-, Rosu -que logró el ‘hat-trick’ más importante de la entidad para vencer al Real Madrid en Los Pajaritos- o Barkero -quien guió los últimos años del equipo en la ‘División de Plata’-, probablemente ninguno sea tan importante en la historia numantina como el de Miguel Ángel Lotina. El técnico llegó al banquillo del Numancia en 1993, y, ya la primera temporada, el club disputó el ‘play-off’ de ascenso. Dos años después, Lotina dirigió desde el banquillo la espectacular trayectoria en la Copa del Rey que terminó en el Nou Camp. El buen hacer del técnico le llevó hasta Primera División, pero en su primera temporada descendió con el Logroñés. Volvió al Numancia en 1998 para lograr el primer ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional, tras un legendario fin de campaña, en el que el club soriano firmó cuatro victorias consecutivas. Ya convertido en leyenda numantina, Lotina firmó por el Osasuna.
Una curiosidad. Estadio de Los Pajaritos. Un campo diferente.
Característico del Numancia es el estadio de Los Pajaritos. Ya no solo por el nombre -que procede del barrio en el que está ubicado-, sino por las peculiaridades constructivas que presenta. Aunque la idea inicial era confiar en el hormigón como el elemento base de la estructura, finalmente se optó por la madera de pino, elemento característico de la provincia de Soria, lo cual le da un aspecto diferente y muy característico al campo numantino, poco habitual en los estadios de fútbol. Por otro lado, la obra se desarrolló en un tiempo récord, y es que solo pasaron cuatro meses desde que se hicieron las contrataciones con la ingeniería (septiembre de 1998) hasta que se inauguró (enero de 1999). También es conocido el estadio de Los Pajaritos por el frío que en invierno hace, y es que es habitual ver el estadio cubierto de nieve varias veces cada temporada.