«La UEFA Youth League me ha recordado a la Champions directamente. A situaciones que había vivido yo muy parecidas». Así se refería Manuel Pablo a lo sucedido en Riazor durante las eliminatorias ante el Pogon, Maccabi y esta última contra el Dinamo de Kiev.
Y es que la afición del Deportivo lo ha vuelto a hacer. 20.115 aficionados se dieron cita un miércoles a las 19:00 horas en Riazor para animar al equipo juvenil, en la eliminatoria que daba acceso a los octavos de final de la Champions juvenil.
Desde el primer segundo, Riazor se convirtió en la caldera de las grandes noches europeas. Llevó el volandas a un equipo que tardó poco en marcar. Que encajó pero no bajó el ritmo, al contrario, marcó en un claro ejemplo del gen competitivo de los de Manuel Pablo.
Con uno menos, aguantó hasta los minutos finales donde el Dinamo de Kiev solo fue capaz de igualar la contienda con un lanzamiento desde fuera del área. Y también hasta la tanda de penaltis, donde se juega todo a cara o cruz.
“Es espectacular. La afición es una de las grandes bazas que hemos tenido en esta competición. Hemos llegado hasta aquí, resistido hasta el final porque nos han empujado. Los jugadores se dejan todo por intentar responder a ese apoyo que han tenido en esta competición. Hay que sentirse orgulloso de lo que tenemos fuera como de lo que hay dentro del campo”, explicó Manuel Pablo.
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— Riazor.org (@riazororg) February 9, 2022
Vuelta al campo de agradecimiento
Así fue como la plantilla dio una vuelta al campo como agradecimiento, llevándose el aplauso de todos los aficionados que acudieron a Riazor para esto. Sin duda, el Deportivo Juvenil no ha pasado de ronda pero sí que ha ganado. Para todos ellos esta experiencia será para siempre. Y para Riazor, otra noche mágica de fútbol.