«Después de cornudos, apaleados», afirmó ‘Pichu’ Cuellar esta mañana en las instalaciones del conjunto rojiblanco. Jugadores, cuerpo técnico y aficionados asturianos, muy descontentos con el trato arbitral.
“Surtieron efecto las cosas que se dijeron durante la semana en A Coruña. Si uno es inteligente y sabe deducir… Ellos lo han hecho y le ha salido bien, igual tenemos que hacerlo nosotros también. Si a otros les sale bien pues tendremos que hacerlo. Parece que la culpa de todos es nuestra. Después de cornudos, apaleados». Estas palabras las firmaba Iván ‘Pichu’ Cuellar esta misma mañana en rueda de prensa, y que iban en la misma línea de las de su entrenador José Ramón Sandoval en la comparecencia postpartido del domingo en Riazor.
El técnico de Humanes culpaba a los futbolistas del Deportivo de La Coruña de calentar el partido en la semana previa al choque cuando el único que hizo referencia a un error fue Laureano Sanabria, protagonista en su día porque Estrada Fernández vio mano un balón que le dio en el hombro y señaló un penalti que dejó al conjunto gallego en el abismo de Segunda División. No obstante, sí fue Lora el que aseguró que el Sporting de Gijón era mejor equipo, mejor club, jugaba mejor al fútbol y tenía mejor afición que el Dépor. Eso sí parece una declaración de intenciones y eso sí parece calentar el encuentro.
De lo que no cabe duda es que los duelos Sporting-Dépor y Dépor-Sporting han adquirido una dimensión que pocos esperaban hace no muchas temporadas. Las grandes movilizaciones de las aficiones a una y otra ciudad (con alguna que otra tensión incluida), unida a los errores arbitrales de los últimos tres enfrentamientos entre ambos clubes han terminado por establecer que estos choques sean de alta tensión. No son derbis, pero se empiezan a asemejar a ellos, por lo menos en la tensión existente.