El mediocentro coruñés es la gran incógnita que maneja Vázquez para la visita a Lugo de este fin de semana. Su entrada supondría deshacer el 4-1-4-1 que ha utilizado el técnico gallego en los últimos partidos.
Álex Bergantiños partió como suplente por primera vez en la temporada en el partido del pasado sábado frente a la Ponferradina en Riazor. El jugador, pieza indiscutible de Fernando Vázquez hasta el momento, fue “víctima” de la apuesta del entrenador por continuar con un sistema que había funcionado a la perfección contra Recreativo y Mallorca.
Tras la abultada derrota delante del equipo berciano, el de Castrofeito baraja la opción de volver al antiguo engranaje para dar equilibrio al centro del campo deportivista. De ser así, la incorporación de Bergantiños implicaría sentar a uno de los cuatro trescuartistas utilizados en las dos últimas citas ligueras, a saber: Sissoko, Rabello, Juan Carlos o Luisinho. En el último entrenamiento, fue el mediapunta coruñés el que se quedó fuera del teórico once inicial en favor de Álex.
Si tenemos en cuenta los precedentes, el cambio no sería de extrañar, pues Vázquez ha mostrado a lo largo del curso bastante flexibilidad táctica y una confianza extrema en el futbolista que nos ocupa. Bergantiños ha disputado 31 choques en Liga, todos como titular, 2740 minutos donde ha jugado como mediocentro y central, dando muestras de polivalencia y entrega.
La batalla en Lugo pasará, qué duda cabe, por el cierre y la tenacidad a la hora de cortocircuitar las transiciones locales. Durante la breve ausencia del ‘4’ blanquiazul, el trabajo de Juan Domínguez y las ayudas han sido armas suficientes para contrarrestar la fluidez del rival hasta el último partido, en el que la Ponferradina desmontó sin aspavientos dicho armazón. La ecuación, pues, no es exacta, y no sorprende que así sea, ya que hasta el día de hoy el equipo ha sabido superar cualquier baja y trabajar con varios sistemas sin perder fiabilidad.