Una temporada más, Álex Bergantiños está siendo uno de los futbolistas imprescindibles en el Deportivo. Y en esta ocasión no ha tenido que esperar a que el equipo estuviera hundido para salir al rescate. El capitán está encantado: «Estoy feliz por seguir siendo útil, seguir participando. Contento por el rol que me ha dado tanto la dirección deportiva como el entrenador. Por el tiempo que llevo aquí, por lo que es el Dépor, por la gente que viene nueva… lo más importante es sentirme útil, más allá de jugar más o menos. Me está tocando jugar, pero lo que más feliz me hace es el proceso que se ha hecho. La tranquilidad y la humildad que se respira en la plantilla, poder haber participado en ese proceso de cambio a todos los niveles«.
Consciente de que todavía no han hecho nada, Bergantiños sí reconoce «alivio y tranquilidad» por ver cómo poco a poco va cambiando la forma de hacer las cosas en el club: «En un equipo con tanta masa social e historia siempre va a haber ruido en el entorno. Quizá el mayor problema estaba dentro, en los que estábamos dentro y nos contagiábamos de esos nervios y tensión. Es dentro donde tienes que tener la mente fría. A todos nos ha costado cambiar, pero la gente ha entendido que todo tiene que ser un proceso, no hay que volverse locos. El golpe del año pasado, la sucesión de golpes de los últimos años… ha llegado un punto en que se ha sentido que había que tocar fondo y que desde la calma era la única manera. Apoyando, animando y nosotros también internamente teniendo paciencia y analizando el camino que hay que hacer. Tenemos más potencial que equipos de categorías superiores y si hacemos las cosas bien, a medio plazo todo volverá a su sitio«.
Bergantiños analiza la visita al DUX y la dura semana con tres partidos
Ya centrados en la visita al DUX, Álex Bergantiños no quiere ni oír hablar del condicionante de la hierba artificial: «En este tipo de campos todo se iguala mucho. Sabemos que es un poco más pequeño que el de Unionistas, además. Pero hay que intentar adaptarse, plasmar tu día de juego. Está el bote del balón, la distancia… pero hacemos semana normal. Estudiamos al rival e intentaremos explotar las debilidades que pueda tener sin dar demasiada importancia al terreno de juego. Eso puede hacer que te descentre o sirva de excusa innecesaria«.
No le da el coruñés especial importancia a esta semana, «si ganamos los tres habrá que seguir ganando, si perdemos puntos, habrá que ganar para recuperarlos», y elogia el fondo de armario que le permite al Dépor afrontarla con garantías: «Y no sólo para esta semana, para toda la competición. Se ha visto en Copa la profundidad y la igualdad que hay entre todos los que estamos en la plantilla. Eso hace que el nivel de entrenamientos nunca baje. Por fortuna además no estamos teniendo demasiadas lesiones y eso hace que la calidad del trabajo sea siempre alta. Eso siempre puede ser una ventaja».