La plantilla del Deportivo trata de asimilar el cambio de entrenador y, sobre todo, una situación clasificatoria impensable a inicio de temporada. Así lo explica Bóveda: «Cuando arrancamos uno se imagina todos los escenarios, pero más los buenos. Nadie se esperaba esta situación, aunque era una posibilidad. Pero remota. El fútbol nos ha mostrado su peor cara, nos hemos pegado un buen golpe de realidad. De todas formas, siempre digo que las valoraciones definitivas no hay que hacerlas a estas alturas. La pena es que el mal inicio le haya costado el trabajo a gente que tenía toda la ilusión del mundo».
Precisamente, el vasco reflexionó también sobre cómo afectan las malas dinámicas a los jugadores y cómo se responsabilizan: «No me había tocado ninguna destitución hasta que llegué aquí y a la segunda semana se fue Cristóbal después de Anoeta. Fue uno de los peores partidos de mi carrera y tuve un sentimiento de culpa enorme. Fue muy duro. Luego vas viendo que son cosas del fútbol. Siempre se dice que son el eslabón débil, pero todos los que trabajamos en el fútbol vivimos con una gran penalización a los errores. Haces mal las cosas en un partido y tu vida deportiva puede cambiar completamente. O que debutes, marques y te conviertas en profesional. Los jugadores también vivimos con esa sensación de que cada fin de semana te puede cambiar la vida. Nuestros contratos mejoran o empeoran, incluso te pueden cortar. Como compañero de profesión sientes gran pena por el míster, pero las cosas mal hechas a nosotros tampoco nos salen baratas«.
Espera seguir teniendo protagonismo con Luis César, sea como lateral o en el centro de la zaga: «Cuando viene un entrenador nuevo tenemos la sensación de que nadie cuenta con vidas extra, que no es titular ni suplente. Estamos con esa energía y la duda de si le gustarás o no. Jugar en cualquier posición para mí va a ser motivo de alegría. En este partido se dan unas circunstancias en las que el equipo va con lo que va. Nos lo tenemos que tomar como una inyección de fuerza, orgullo. Estamos los que estamos, pero somos la hostia, como si tiene que jugar el portero de delantero. Son semanas que para el entrenador son complicadas (por las bajas), pero para los jugadores, cuando vas entrenar y ves tantas sillas vacías es momento de dar un paso adelante».
Luis César y la adaptación a «su libreto»
Bóveda tiene claro que no pueden asimilar todo lo que quiere el nuevo técnico en unos días: «Estamos con las orejas tiesas, ante la novedad siempre hay ese efecto de más excitación que dura lo que dura. Expectantes y atentos para captar las ideas más básicas. Normalmente lo ideal es que primero entendamos el libreto corto, luego el medio y luego, si queremos ser un equipazo, sigamos el libreto completo. Nuestras urgencias son máximas y estamos trabajando la ‘A’ y lo que llegue de la ‘B'».
Avisa del gran nivel de Las Palmas, personificado sobre todo en sus dos grandes estrellas: «También tuvieron ese choque de no ascender, tener que hacer ajustes… pero se han encontrado con un buen trabajo y dos noticias que cambian el rumbo: Pedri, un chaval de allí que sale de la nada, y Jonathan Viera, que probablemente sea el mejor jugador de la categoría. Domina los partidos y ha elevado el nivel».