Nuevo artículo de nuestro columnista Dani Mallo en el que anima al deportivismo a que surja una comunión perfecta entre equipo y afición. El camino es largo y escabroso, pero el final puede ser feliz.
Buenas deportivistas, hoy escribo desde la perspectiva que a veces te da la distancia. El no estar en A Coruña, me da un punto de vista diferente, no se si será mejor o peor que el que tengáis vosotros, pero es, por lo menos, diferente de la actualidad que rodea al equipo. He visto los últimos partidos del Dépor, las derrotas con Sevilla, Real Madrid y Rayo Vallecano. Quiero comenzar resaltando que el comienzo de Liga fue bueno, pues de no haber sido así estas tres derrotas podrían haber dejado al equipo muy tocado.
También me gustaría comentar las críticas al equipo y a algún/nos jugadores. Vayamos por partes. Con respecto al equipo y a los últimos resultados, son, a mi entender, un claro aviso de lo que será esta temporada, un camino lleno de espinas. Uno a uno: el partido ante el Sevilla; frente a un buen rival y en un partido muy abierto. En el Bernabéu, la lógica y la diferencia de presupuesto presuponía la derrota. Una pena, no obstante, la imagen del final y lo abultado del marcador. El partido de Vallecas es el que más me preocupa, no por la derrota en sí, sino por que el Rayo y otros 12 equipos serán los que estarán en la lucha hasta el final.
Pero soy optimista. A veces demasiado, lo reconozco. Confío en la plantilla, en el cuerpo técnico y en el club. Y en vosotros, en vosotros quizás en los que más. El año pasado en Segunda demostrasteis cómo una afición puede sumar puntos, cómo puede llevar en volandas a un equipo,en los momentos delicados. Ahora, tenéis otra ocasión de oro para volver a hacerlo. Mostrad al mundo cuán buena afición tiene el Dépor.
Esta semana leía a un periodista coruñes, de Corcubión para más señas, Marco Antonio Sande «provocar vergüenza con el aliento en quien no siente que cumple es lo mejor que puede hacer un aficionado». Me quedo con la idea y le pido perdón por usar sus palabras. Lo mejor que se puede hacer es alentar, animar y apoyar. Creedme si os digo que los jugadores pensamos «a esta gente no se le puede fallar, se dejan todo cada partido y lo menos que podemos hacer es lo mismo: dejarnos todo». Y esta comunión amig@s es la que ayudará a enderezar la dirección.
El mismo discurso podría aplicarse a los jugadores, ésos que son blanco de las críticas. El apoyo siempre es mejor que el silbido porque son nuestros jugadores… y les necesitamos a todos.
Un fuerte abrazo a tod@s deportivistas. A veces para coger una rosa hay que pinchares con alguna espina… pero si aguantamos el dolor, la ‘rosa de Primera División’ un año más será nuestra recompensa.