«Yo nací en Londres, pero mis padres son de A Coruña. Mi madre es de Cambre y mi padre de la plaza de España“. Quien habla es Julio Patiño, un londinense con raíces coruñesas. Como tantos otros gallegos, sus progenitores se mudaron a la isla en los años sesenta, en busca de un trabajo estable, de un futuro mejor. Cuando alcanzaron el retiro, regresaron a España, se instalaron en Alicante. Pero Julio, casado ya con una inglesa y padre de dos hijos, Lili y Charlie, se quedó para siempre en el Reino Unido. De vez en cuando, dos o tres veces al año, visita Galicia y la Comunidad Valenciana para ver a la familia, pero su vida está más al norte de España, a orillas del Támesis. Y de allí ya no se quiere mover.
Su hijo Charlie, protagonista
Este podría ser el inicio de cualquier relato sobre la emigración, pero en el caso de Julio varía en el nudo, conforme va avanzando la historia. En parte, por culpa del pequeño Charlie. Nacido en Watford en octubre del 2003, empezó a jugar al fútbol con siete años, en el Luton Town, a 25 minutos del domicilio familiar. Hasta los nueve, como indica la normativa local, no tuvo ficha. Con once, ya metió en un “compromiso” a Julio y su mujer. Era el verano de 2015, y los Patiño tuvieron que tomar la primera gran decisión que marcaría el futuro de su hijo: ¿por qué equipo iba a fichar? Tras destacar en la base del Luton, los grandes de la Premier pusieron sus ojos en él. Manchester City, Chelsea, Arsenal, Tottenham… Todos lanzaron ofertas importantes para convencerlos.
Del Luton al Arsenal y la selección inglesa
Sin embargo, en casa no había dudas, lo tenían claro: “Queríamos que fuera al Arsenal porque es un buen club y también está cerca de nosotros. Así podía seguir en casa y no tenía que irse a vivir solo con 11 años a Manchester. El Chelsea está muy lejos de aquí, y el Tottenham también”, explica. Y así fue, tras ese razonamiento, Charlie firmó por los gunners y se unió al equipo sub-12. “Jugando de centrocampista, en la posición de 4, de 8 o de 10”, y a una velocidad de vértigo, fue escalando categorías. En la actualidad, milita en el equipo sub-18. Y, además, es uno de los “2 o 3 capitanes que alternan el brazalete” de la selección inglesa sub-17.

El entrenamiento con el primer equipo
En marzo, si todo sale según lo previsto, Charlie disputará con Inglaterra los clasificatorios para el Europeo, y en mayo, la fase final en Estonia. Pero para eso, antes, deberá mantener el nivel que está mostrando en el Arsenal. Un nivel que ha llamado la atención de todos los estamentos del club, y que alcanzó su momento más álgido la semana pasada. ¿Por qué? Lo explica Julio: “Me llamó el viernes por la mañana y me dijo que Mikel Arteta, el técnico del primer equipo, lo había convocado para entrenar con ellos porque lo quería ver”. A sus 16 años, casi sin tiempo para reparar en ello, Charlie se ejercitó con los mayores. En el pantalón lució un discreto dorsal 71, en frente tuvo a Özil, Aubameyang o Lacazette.
“El jueves acabó los exámenes del colegio, y el viernes entrenó con el primer equipo. Para nosotros fue algo fenomenal, sabemos que el Arsenal lo quiere mucho, tiene un futuro muy bueno allí, y para él es una buena cosa ver cómo están los diferentes niveles, las diferentes categorías”. Muchos son los futbolistas que abandonan los estudios cuando son jóvenes. Sin mencionarle siquiera el tema, Julio empieza a hablar de esa otra responsabilidad que tiene su hijo, insiste en ella, y se muestra orgulloso: “Charlie debe compaginar los estudios con el fútbol, y de momento lo está haciendo bien”.

La pasión por el Dépor
Antes de terminar la conversación, le pregunto por el Deportivo. Sé que a Charlie le gusta, intuyo pero no conozco a ciencia cierta de donde le viene esa pasión. Me lo aclara Julio: “Por mis padres y por mí. Cuando estamos en A Coruña vamos a ver al Dépor al estadio. Nos gusta a todos, y a él también desde pequeño. Aquí en Londres de vez en cuando vamos a ver los partidos por la tele al centro gallego”. No olvidan sus orígenes. Y son conscientes de que el equipo coruñés no atraviesa su mejor momento, sin embargo, forma parte del juego: “El fútbol es así, sube y baja, pero el Dépor ganó el otro día contra el Cádiz, Charlie está contento”, finaliza Patiño.