«El diagnóstico era el correcto (frenar la sangría de goles), la medicina aplicada fue correcta y le vino bien a los futbolistas». Así se refería Fernando Vázquez a sus primeras decisiones cuando llegó al Deportivo en sustitución de Luis César. Consiguió un total de seis victorias consecutivas y sacar al equipo del descenso, donde han vuelto tras dos empates y dos derrotas en las últimas cuatro jornadas.
Como él mismo decía, la racha de seis victorias seguidas no algo normal. Sí entra dentro de un comportamiento normal y estadístico el conseguir dos empates y una derrota, como así pasó ante Girona, Zaragoza y Lugo. El problema está en que desde la lesión de Somma, el Deportivo ha perdido parte de su identidad y ha encajado un total de ocho goles.
Ante el Girona, el Deportivo sufrió dos goles en contra. En la siguiente salida, contra el Zaragoza, los maños vieron puerta en tres ocasiones. No hubo goles contra el Lugo, pero sí ante un Almería que hizo diana hasta en cuatro ocasiones. Con estos datos en la mano, la sangría defensiva ha vuelto a hacer acto de presencia y revivir fantasmas del pasado.
¿Cuál es el análisis de Fernando Vázquez?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que de momento el Deportivo no ha cambiado el sistema de juego. Fernando Vázquez ha apostado por una defensa de cinco, que tan solo ha cambiado en algún momento puntual cuando el marcador era adverso o para sorprender al rival como fue ante la UD Las Palmas de Pepe Mel. Como él mismo decía, eso significa que algunos rivales le hayan cogido «el truquillo».
Por otro lado, la decisión de mover a Peru al lugar de Somma ha debilitado dos zonas. El centro del campo, ya que la dupla formada por el vasco y Gaku Shibasaki estaba dando un gran rendimiento. Y también la defensa, que está carente de líder y que ha mostrado una fragilidad preocupante. De hecho, esta semana probó con Álex como líbero, devolviendo al del Athletic a la medular. Aunque todo quedó en eso, pruebas.
Fernando Vázquez quiere reposar el partido, o eso se entiende de sus palabras. «Quiero volver a ver el partido detenidamente, para ver qué hacemos. Quiero conocer las sensaciones de los jugadores pero quiero ver el partido completo». Habrá que ver si su análisis reposado se convierte en un nuevo tratamiento para un equipo que ha sufrido una recaída en una enfermedad que parecía curada semanas atrás.