Continúan los problemas en forma de lesiones para el Deportivo. Porque si el conjunto blanquiazul tiene ya un alto volumen de ocupación en su enfermería, en la sesión de entrenamiento de esta mañana fue Davo el que, al menos, ha vuelto a encender las alarmas. El delantero asturiano no pudo completar el trabajo junto al resto de sus compañeros y se retiró a vestuarios por unas «molestias en la espalda».
Está por ver si esa dolencia se convierte en una lesión más incapacitante, que impida al atacante llegar al encuentro del sábado (19:00 horas, Riazor) ante la SD Logroñés o le limite la preparación durante el resto de la semana.
Cabe destacar que precisamente en la zona de influencia de Davo el Deportivo ya cuenta con muchas ausencias. A la baja de larga duración de Iván Barbero se le une la de Yeremay Hernández, que todavía trabaja al margen del grupo dos meses después de sufrir una fisura en el peroné. Además, el pasado sábado también vinculó su nombre a los partes médicos David Mella, que sufre una lesión en recto que le impedirá jugar los próximos partidos.
Más allá de la alarma generada por Davo, el entrenamiento de este miércoles tuvo un enfoque muy específico,. Tras la goleada del Real Unión, el cuerpo técnico dividió al grupo para llevar a cabo trabajo táctico únicamente con el bloque defensivo dirigido por Imanol Idiakez, mientras el resto de sus compañeros se ejercitaban a las órdenes de Mario Gibanel en una tarea de posesión.
Posteriormente, ambos grupos se unieron para desarrollar un trabajo enfocado en las transiciones. El entrenamiento terminó con una tarea de juego real a todo el campo.
Al margen de los ya habituales Martín Ochoa, Jairo Noriega y Rubén López, los canteranos Marc Lachevre, Tim Caroutas y Kevin Sánchez subieron desde el Fabril para completar el grupo de trabajo.
A los lesionados ya citados se le unen Ximo Navarro y Pablo Muñoz, que continúan de baja por problemas musculares y tampoco estarán disponibles este sábado.