La crisis sanitaria del coronavirus ha evidenciado una vez más las diferencias entre el fútbol masculino y el femenino. La RFEF explicaba en uno de sus últimos comunicados su intención de dar por finalizada la Liga Iberdrola, una decisión que choca frontalmente con los esfuerzos que se están llevando a cabo para reanudar la Primera y Segunda División masculina.
Dejando siempre muy claro que lo más importante en estos momentos es garantizar la salud de los ciudadanos, varias jugadoras del Deportivo ABANCA han expresado en los últimos días su desilusión tras conocer las intenciones de la RFEF. Alba Merino o Esther Sullastres reconocían que es una pena no poder finalizar la competición tras un año histórico e inolvidable.
El conjunto blanquiazul vivía una temporada espectacular en su estreno en la máxima categoría. El parón de la competición dejó al equipo en cuarta posición con 37 puntos tras la disputa de 21 jornadas. Pase lo que pase, ningún aficionado blanquiazul olvidará una campaña en la que el cuadro blanquiazul siempre estuvo en la zona alta de la clasificación y logró victorias increíbles como la de Copa ante el Valencia o el dos a tres ante el Tacón.
El fútbol femenino se encontraba en un momento dulce tras la firma del primer convenio oficial que dotaba de muchos más derechos a las jugadoras profesionales. Todavía es pronto para saber si esta crisis económica traerá consecuencias negativas para algunos clubes punteros.
Por el momento el Deportivo mantiene su apuesta por este bloque y en los últimos meses se han firmado importantes renovaciones para mantener la base de un equipo que ha llegado para quedarse. Mientras el club sigue trabajando en la complicada continuidad de Tere Abelleira, el fútbol femenino sigue muy de cerca las decisiones definitivas alrededor del desenlace de esta temporada.