Diego Villares volvió a jugar como lateral en el Alcorcón vs Deportivo y sufrió bastante más que ante Unionistas. El de Vilalba empezó bien y tuvo la mejor ocasión de la primera parte, pero con el paso de los minutos sufrió en defensa: «Ves a un lateral fuera de posición y… a Pablo también le tocó y es normal que te ataquen. Por ahí llegó el primer gol. Tengo que verlo, quizá pudimos cerrar algo más».
El centrocampista reconoció, de todas formas, que al equipo le faltó serenidad para gestionar los últimos minutos: «Sentimos impotencia. Después de quedar con 10 y hacer lo difícil, que era empatar, nos faltó un poco saber jugarlo al final. Es verdad que estás con uno menos, cansado… pero nos faltó pillería. Incluso tuvimos una ocasión de Lucas y creo que hubiéramos podido tener alguna más. Nos faltó saber gestionarlo. No sabría decir si el empate hubiera sido justo, pero sí lo merecíamos por el esfuerzo».
Villares hace balance al final de la primera vuelta: «Fuera nos está costando un poco y hoy se ha visto en la primera parte. Nos ha faltado tranquilidad con la pelota. Cuando la teníamos nos asentábamos en campo rival y creábamos peligro. La distancia es importante, pero queda toda la segunda vuelta. Como nos han sacado siete puntos ahora, podemos sacárselos nosotros».
Lapeña: «Fuimos a un ida y vuelta y no supimos gestionar los últimos minutos»
También coincidió Adrián Lapeña en que el equipo no estuvo bien tras el empate: «Hemos entrado en un tramo de ida y vuelta y no hemos sabido gestionar bien los últimos minutos. El segundo gol es un jarro de agua fría. Teníamos que haber llevado el partido de otra manera. Lucas nos ha sacado de un apuro gordo cuando más lo necesitábamos. Ha marcado la diferencia estando con 10 y teníamos que haber sabido mantener el balón de otra manera, juntarnos un poco más y darle espacios a nuestros atacantes«.
Avisa el central que el margen de error se reduce al máximo: «El Alcorcón es un equipo que tiene las ideas claras, sabe bien lo que hace. Queda toda la segunda vuelta y no queda otra que remar. El tiempo se estrecha. Si antes no se podía fallar, ahora incluso menos. La derrota nos aleja, pero queda la segunda vuelta y queda seguir remando».