Juan Brandariz Movilla (A Laracha, 2 de marzo de 1999) es canterano del Deportivo, militó en el club hasta edad cadete. Después, fichó por el Barça. Era el verano de 2014. Más conocido como Chumi, el central había recibido ofertas importantes de los mejores equipos de España, y de entre todas, escogió la del FC Barcelona. Con 15 años aterrizó en La Masia y, nada más llegar, ya se saltó una etapa. Pese a su edad, empezó directamente en el Juvenil B culé. Y no paró de crecer. En los últimos años no ha dejado de subir escalones. Sin ir más lejos, esta temporada ya entró en varias convocatorias con el Barça B, aunque no llegó a debutar. Ayer, el club catalán lo renovó por 2+3, subiéndole la cláusula a 100 millones de euros.
Nadie tiene ninguna duda, es una de las joyas de la cantera del Barça. Por su manera de jugar, lleva el famoso ‘ADN blaugrana’ incorporado: entre otras cosas, por su aseada salida de balón. Aunque puede actuar como lateral o central, el larachés suele jugar en el centro de la zaga, donde más cómodo se siente. En pretemporada, y tras concluir su etapa como juvenil, dará el salto al Barça B, recién descendido a la categoría de bronce. Allí le entrenará un hombre que lo conoce bien: García Pimienta, su técnico este año en el Juvenil A.
Con contrato hasta 2020, y con opción a ser prorrogado por otros tres años más, Chumi va dando pasos de gigante hacia el fútbol profesional. Si todo sigue su curso, el exdeportivista no tardará mucho en derribar puertas más altas. Por su madurez y sus condiciones, está en boca de todos.