Tras superar con nota sendos envites ante el Celta y Las Palmas, el Deportivo volvía a tener este sábado una nueva prueba de fuego, contra el Sevilla en Riazor. De ganar, el deportivismo podría seguir soñando con Europa, al menos una semana más. Mientras que de perder, se volvería a poner los pies en la tierra, aún, eso sí, con un colchón de puntos considerable respecto al descenso. Al final ni una cosa ni la otra. A un gol de falta de Lucas en la primera mitad le correspondió otro de Iborra en la segunda. Así pues, reparto de puntos entre ambos equipos que deja con un sabor agridulce a la hinchada de Riazor, que vio como a su equipo se le escapaba la victoria en los últimos suspiros.
Para frenar la calidad de la escuadra hispalense, Víctor confió en un once muy similar al que se erigió con la victoria en los últimos choques ligueros. Solo una novedad, la entrada de Oriol Riera como hombre más adelantado, aunque poco duró el catalán sobre el terreno de juego, ya que en el minuto ocho, debido a unas molestias, tuvo que ser sustituido por el uruguayo Jona. Se le complicaban las cosas de este modo a los blanquiazules, ante un Sevilla que parecía comenzar más ambicioso en ataque, ansioso por escalar cuanto antes puestos en la clasificación.
Sin embargo, ahí estaba otra vez Lucas Pérez para guiar a los suyos en el camino hacia los tres puntos. Avisó el de Monelos la primera vez que miró a portería, con un tiro al primer palo que consiguió despejar Sergio Rico. No importó, porque el 7 deportivista no falló su segunda oportunidad, en el minuto 22 de partido, una falta directa que le bota mal al guardameta hispalense y termina por colarse dentro de la portería.
Se vió contra las cuerdas el Sevilla, que a partir de ese momento se lanzó a empatar el partido, confiando en el empuje de jugadores como Gameiro y Konoplyanka. Ambos crearon alguna ocasión de peligro, pero los blanquiazules no vacilaron. Pese al forzado repliegue, se veían cómodos y ordenados en defensa. El equipo local tenía ventaja en el marcador y basaba sus armas en la velocidad de sus delanteros, así como en una adelantada presión que no dejaba de incomodar a la defensa de Emery.
Ya en el segundo tiempo, el Dépor continuó rocoso en la tarea defensiva, con grandes actuaciones individuales de hombres como Arribas o Sidnei, quienes impidieron una y otra vez que la delantera del Sevilla pudiera probar a Lux. Cuando un jugador rival se acercaba al área deportivista, allí estaba un defensa herculino para impedir el tiro o cortar un pase de la muerte. Mientras, en ataque, las ocasiones más claras fueron para Jonathan Rodríguez, quien hizo valer su velocidad para plantarse en el área visitante, aunque le faltó suerte a la hora de definir.
Parecía todo de cara para un Dépor que no estaba siendo demasiado inquietado por la zaga hispalense. Sin embargo, una rápida jugada de los de Emery volvió a restablecer las tablas en el marcador. Mariano la puso en el área local, donde Llorente la bajó con el pecho, dajándosela a un recién entrado Iborra que definió e introdujo el esférico en la portería defendida por Lux.
Era el minuto 75, y el empate parecía no valerle a ninguno de los dos equipos, que se enzarzaron en una ida y venida de ofensivas que, finalmente, no llegaron a ninguna parte. El marcador no se movió y el Dépor cosechaba así un nuevo empate, esta vez ante un equipo teóricamente de mayor nivel.
FICHA TÉCNICA
Deportivo: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei, Navarro; Cani (Laure, min.60) , Álex, Mosquera, Luisinho (Fajr, min.68); Oriol Riera (Jonathan, min.8) y Lucas.Sevilla: Rico; Mariano, Kolodziejczak, Rami, Escudero; N’Zonzi, Krychowiak (Iborra, min.69); Vitolo (Reyes, min. 54), Krohn-Deli, Konoplyanka (Fernando Llorente, min.54) y Gameiro.
Goles: 1-0. Lucas Pérez, min.22; 1-1. Iborra, min 75.
Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (colegio Vasco). Amonestó a Cani y Mosquera por el Deportivo. Y a Kolo, Krychowiak e Iborra por el Sevilla.
Incidencias: Partido correspondiente a la 14ª jornada de Liga, en Riazor.