Óscar Cano ha demostrado desde su llegada al Deportivo tener las ideas muy claras, principalmente en cuanto a la elección de los jugadores. Y sus roles. Una de las máximas del nuevo técnico blanquiazul ha sido la presencia de Rubén Díez en el once como origen de todo. El maño, al que ya había entrenado en el Castellón, ha cogido la batuta y mueve al equipo a su antojo apareciendo por todas las zonas del campo… con y sin balón.
Aunque pudiera quedar eclipsado por la colosal actuación de Villares, Rubén Díez dio una nueva exhibición en el Deportivo vs Racing de Ferrol. Cano le pidió en su primer día dar más en defensa y se está multiplicando colaborando a todos los niveles. Está en la primera línea de presión con Svensson, dificulta la circulación en el centro del campo cuando el equipo repliega y, al recuperar, es el encargado de poner en marcha el engranaje deportivista.
Es como si supiera siempre lo que necesita su equipo y el partido, acelerando o frenando siempre en el momento preciso. Así fue como jugó con la defensa del Racing de Ferrol, involucrando a Villares e Isi Gómez para anestesiar a los rivales antes de plantarse en el área y asistir a Max Svensson para el 2-0.
Un Rubén Díez omnipresente
Rubén Díez está partiendo siempre como interior derecho. Pero a medida que el funcionamiento colectivo del Deportivo va a más, el maño está teniendo libertad para aparecer en cualquier zona del campo. Precisamente ante el Racing, y en un partido en el que el equipo blanquiazul tuvo menos balón y, por lo tanto, el ’21’ intervino menos, su mapa de calor deja bien claro su impacto global en el partido
Aunque lo mejor para explicar el partido de Rubén Díez el pasado domingo en Riazor es verlo. En este clip de Mauri Escuredo puede apreciarse todo el repertorio del futbolista que ahora mismo marca el rito del Deportivo
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— Mauricio Escuredo (@mauriescuredo) December 13, 2022