Que el Deportivo tiene una de las aficiones más fieles del fútbol español es algo que ya a pocos se le escapa en el panorama nacional. En lo que va de década, con una explosión de deportivismo que generó el descenso a Segunda de 2011, la masa social blanquiazul no para de crecer. Riazor lleva varios años presentando grandes entradas y no parece que esta temporada vaya a cambiar.
La Liga ya ha comenzado, pero el número de abonados del club coruñés sigue aumentando. Tanto, que ayer alcanzó los 26.592 socios, lo que supone dejar atrás la cifra con la que terminó la pasada campaña, hace apenas unos meses. La frustración con la que gran parte de la afición terminó el año pronto pasó a segundo plano y durante todo el verano el ritmo de altas y renovaciones fue mejor de lo esperado. Los datos no hacen más que confirmarlo, ya que el Dépor tiene hoy 1.432 abonados más que hace justo un año.
Y lo normal es que la hinchada no haya dicho su última palabra todavía. Lucas Pérez, el último as en la manga de la directiva, apenas lleva una semana en A Coruña. El fichaje del de Monelos ha desatado la ilusión entre los aficionados blanquiazules, con varios cientos de seguidores acudiendo a recibirlo a Alvedro. Todo esto sin vestirse todavía de corto, algo que sin duda hará de efecto llamada.
Ahora le toca responder al equipo, que tiene en sus manos el último factor para elevar todavía más el techo de socios. La respuesta de los aficionados ha sido espectacular los últimos tres años sin que recibieran nada a cambio en lo que se refiere a alegrías deportivas. Una buena campaña en juego y resultados podría disparar las cifras. En el horizonte, cada vez más al alcance, el sueño de alcanzar los 30.000 abonados, objetivo que Tino Fernández siempre ha tenido entre sus prioridades.