Por fin, a falta de prácticamente un mes para que comience la temporada, el Deportivo ya conoce el formato definitivo de la Segunda B y también el calendario. El conjunto blanquiazul ha tenido la mala fortuna de caer a la categoría de bronce en el año más complicado, con las categorías semiprofesionales del fútbol español sumidas en una profunda revolución.
El coronavirus y las prisas de la RFEF han provocado que el Dépor y todos sus compañeros de viaje convivan en la paradoja que supone la Segunda B con más equipos de la historia (102), pero en la que, curiosamente, serán necesarios muchos menos partidos para ascender que en años anteriores. Si todo va según lo previsto, los cuatro conjuntos que regresen la próxima temporada a Segunda habrán jugado sólo 26 encuentros. Eso sí, se trata de un sprint frenético en el que no hay margen de error, porque cada punto sumado, o perdido, en noviembre, tendrá repercusión en abril.
A continuación te desgranamos las tres fases que tendrá que superar el Deportivo y sus peculiaridades:
Primera fase: Un ojo en Galicia, el otro en Asturias y Castilla
El Deportivo ha quedado encuadrado en el Grupo I de la Segunda B, que a su vez está dividido en dos subgrupos. Competirá con cinco equipos gallegos (Racing de Ferrol, Compostela, Pontevedra, Celta B y Coruxo) más el Zamora, el Guijuelo, el Salamanca y el Unionistas. En el otro subgrupo estarán el resto de conjuntos de Castilla y León y los asturianos.
El formato de competición de esta primera fase es el más sencillo. Una Liga en la que el Dépor se enfrentará a sus nueve rivales a ida y vuelta (18 partidos). La meta es sumar los puntos necesarios para quedar entre los tres primeros y avanzar a la siguiente fase. Sin más.
Segunda fase: Con colchón o con lastre
Aunque el objetivo prioritario de la primera fase debe ser meterse entre los tres primeros, la segunda tarea en la lista debe ser hacerlo sumando los máximos puntos posibles. Ningún partido será intrascendente, puesto que para la segunda fase se arrastran TODOS los puntos, goles a favor y goles en contra que se hayan sumado en esa parte inicial de temporada.
Así pues, de conseguir avanzar, el Deportivo se encuadraría en un grupo con los tres mejores rivales del subgrupo de Asturias y Castilla y León. Sería un grupo de seis equipos en el que habría dos condicionantes claros: No todos empezarían con los mismos puntos, ni todos jugarían entre sí, ya que no se repetirían los enfrentamientos de la primera fase.
Por ejemplo: Si avanzan Deportivo, Racing de Ferrol y Compostela por un lado; Numancia, Burgos y Cultural por el otro, el Dépor sólo se mediría a Numancia, Burgos y Cultural.
Sería también en un formato de Liga en el que cada equipo disputaría seis encuentros (ida y vuelta contra los tres rivales a los que no se haya enfrentado en la primera fase). Los tres mejores clasificados, sumando los puntos de la primera fase y los conseguidos en la segunda, avanzarían a la tercera fase. También avanzará el mejor cuarto clasificado de los cinco grupos que forman esta segunda fase.
Tercera fase: Dos eliminatorias a partido único y en campo neutral
De esa segunda fase avanzarán un total de 16 equipos a la tercera y definitiva. Entre ellos se jugarán los cuatro ascensos a Segunda División, por lo que, para subir, el Deportivo tendría que superar dos eliminatorias.
La RFEF lo ha organizado en un formato de concentración, con las eliminatorias a partido único y en campo neutral. Los equipos quedarán emparejados por sorteo, con el condicionante de que, SIEMPRE QUE SEA POSIBLE, los mejores clasificados jugarán contra otros en peor posición (por ejemplo, primeros contra terceros) y sin coincidir equipos del mismo grupo en la fase anterior (por ejemplo, salvo que sea inevitable, Deportivo y Numancia no se cruzarían en eliminatorias).
La otra ventaja que tendrían los equipos mejor clasificados se daría en caso de llegar al final de la prórroga con empate, ya que se proclamaría vencedor de la eliminatoria sin necesidad de llegar a una tanda de penaltis. Sólo habría penaltis en caso de que los dos equipos terminasen en la misma posición durante la segunda fase (por ejemplo, dos segundos).