Una de las películas que más me han gustado en los últimos tiempos es ‘Origen‘, dirigida por Cristopher Nolan y con Leonardo Di Caprio como actor principal. Sin ánimo de fastidiar el argumento a quien no la haya visto todavía, trata sobre la importancia que tiene una idea cuando una persona la instala en su cerebro. “Una vez que una idea se ha apoderado del cerebro es casi imposible erradicarla”, reflexiona uno de los protagonistas.
En el Deportivo, Víctor ha logrado inocular este virus (idea) en la mente de sus futbolistas. La gran mayoría de la plantilla ha hecho suyas las tesis del entrenador. El equipo plasma a la perfección los planteamientos que el cuerpo técnico diseña. No es algo sencillo. Muchas son las ideas que se te pueden ocurrir delante de una pizarra para ganar partidos. El papel lo aguanta casi todo. Pero para que funcione es necesario, primero, tener los jugadores adecuados y, segundo, convencerlos de que esa es la mejor manera de vencer. Todos llevamos un entrenador dentro, y los futbolistas también tiene su visión de cómo batir al rival. El mérito es que todos te sigan para lograrlo. Esa es la idea que se debe instalar en el cerebro de 26 hombres, a cada cual distinto. Por ahora, el técnico lo está consiguiendo y el Dépor es un conjunto reconocible.
De todos modos, un entrenador pasa por un examen diario. Sus examinadores son sus jugadores, a los que tiene que persuadir a diario para que sigan sus directrices. Esa es la gran dificultad de quien se sienta en un banquillo: ser capaz de instalar su idea de fútbol en su plantel y que esa idea se mantenga a lo largo de una temporada, donde no siempre tendrás los resultados como respaldo. Será en ese momento, cuando vengan mal dadas, cuando se tiene que ver que si ese trabajo ha tenido éxito o no. ¿Caerá la peonza o seguirá rodando?