La Liga Santander 2016-2017 finalizó con una jornada repartida en tres fechas en la que LaLiga decidió dejar para el último día los platos fuertes al programar para este domingo todos los partidos en los que aún había mucho en juego. Así fue como una emocionante jornada dominical determinó que Villarreal y Real Sociedad garantizasen su presencia en la próxima edición de la Europa League, con el Athletic de Bilbao a la espera de lo que ocurra en la final de la Copa del Rey, y acabó coronando al Real Madrid como nuevo campeón.
La trigésimo octava y última jornada arrancó el viernes con el adiós a Primera de un Granada, incapaz de dar una alegría a su afición y evitar el farolillo rojo, que vio como el Espanyol acabó llevándose tres puntos (1-2) que le permiten finalizar la temporada en el octavo puesto de la tabla.
El sábado también fue un día marcado por las despedidas. La primera de ellas la de un histórico como el Sporting de Gijón que no pasó del empate ante el Betis (2-2) en un partido en el que el público asturiano aprovechó para mostrar su descontento hacia la directiva con una tremenda pañolada. En el Sánchez Pizjuán el que dijo adiós fue el técnico argentino Jorge Sampaoli, que puso fin a su etapa sevillista endosando una goleada (5-0) a un Osasuna que desciende a Segunda tan solo un año después de lograr el ascenso. El ambiente vivido en los otros dos encuentros disputados el sábado fue totalmente distinto ya que, tanto Butarque en el empate (1-1) entre Leganés y Alavés, como Riazor en la goleada (3-0) endosada por el Deportivo a Las Palmas, celebraron la consecución de la permanencia.
Lo verdaderamente importante llegó el domingo. En primer lugar con Villarreal, Athletic de Bilbao y Real Sociedad luchando por garantizar su presencia en competiciones europeas el próximo curso. El submarino amarillo en ningún momento puso en riesgo su clasificación, un pase que certificó al imponerse en el derbi valenciano de Mestalla (1-3). Fue la sexta posición la que no tuvo dueño hasta el último minuto. Con el Athletic de Bilbao incapaz de colarse en la fiesta de despedida del Vicente Calderón (3-1) todo dependía de lo que sucediese en Balaídos, donde Celta y Real Sociedad mantuvieron la intriga hasta los compases finales, cuando un gol de Juanmi en el último suspiro establecía la igualada definitiva (2-2) con la que la escuadra txuri urdin obtenía su pasaporte europeo.
El reparto de los billetes para la Europa League parecía ser el aperitivo perfecto para el plato fuerte de la noche, e incluso de la temporada, el desenlace final en la lucha por el campeonato. Desde Barcelona se confiaba en que a los madridistas les temblasen las piernas tal como sucedió en las dos Ligas perdidas por los merengues en Tenerife a principios de los noventa. Sin embargo, el Madrid espantó cualquier tipo de fantasmas con un tempranero gol de Cristiano Ronaldo y acabó ganando en La Rosaleda (0-2), una victoria que le sirve para proclamarse campeón de Liga tras cinco años de sequía y que convirtió en una mera anécdota la remontada protagonizada por el Barcelona en el tramo final de su enfrentamiento ante el Eibar (4-2).