Al fútbol se juega con balón. Pero dentro de un deporte tan complejo como el balompié, hay múltiples formas de acercarse al resultado y no todas tienen que ver con disponer el máximo tiempo posible de la pelota en tu poder. No es el caso del Elche Club de Fútbol, un equipo que en estos dos meses iniciales de competición no engaña a nadie. En estos primeros 100 días a cargo del banquillo ilicitano, Eder Sarabia ha logrado construir un equipo de autor, que juega tal y como se podía presuponer que jugaría un colectivo dirigido por él.
El técnico vasco, que aprendió de Quique Setién y dio lustre a un interesante proyecto en Andorra, ha impregnado de su personalidad como entrenador al combinado franjiverde. Un dato lo evidencia: en los primeros ocho encuentros de liga, nadie ha tenido más el balón que el Elche Club de Fútbol. El cuadro alicantino acumula, de media, un 64,1% de posesión en sus partidos, con su derrota ante el Albacete de la segunda jornada como máximo, con un 78% (siempre según Opta).
De hecho, el equipo de Sarabia tan solo ha tenido menos el esférico en su poder en un encuentro: su victoria 0-3 en Málaga de hace dos semanas. Aquel día, un tanto en el tercer minuto le permitió ceder un poco más la iniciativa en términos de ataque. Curiosamente, ese duelo frente al equipo de Sergio Pellicer fue el único en el que el conjunto de Sarabia fue, de verdad, efectivo. Porque en los siete partidos restantes, hay un evidente denominador común más allá de la posesión: la falta de puntería.
Porque sí, el Elche tiene el balón. Pero sabe qué hacer con él y produce. La escuadra ilicitana suele marcar el guion de sus partidos y monopolizar el balón, pero también genera. De hecho, promedia 12,5 remates con 1,52 goles esperados (xG) por encuentro. Sin embargo, tan solo materializa 1,13. Es decir, según la estadística avanzada, el equipo ilicitano ‘debería’ haber marcado en torno a 12 dianas (12,2). Sin embargo, tan solo lleva 9. Nadie en la Liga Hypermotion tiene un peor balance (-3,2).
Esa ausencia de acierto de cara a puerta le ha hecho no solo cosechar derrotas a domicilio como la de Albacete (1-0) o Racing de Ferrol (1-0), pero también unos resultados irregulares en el Martínez Valero: aunque ha ganado a Córdoba (3-1) y Mirandés (1-0), el Huesca fue capaz de vencer en el estreno liguero (0-1) y el Granada empató (2-2) en un choque muy abierto.
Clave en este sentido está siendo la ausencia de referencias en el área de verdadera amenaza. Porque, por ahora, Mourad está siendo el futbolista más clarividente de cara a puerta. Y todo a pesar de ser un futbolista que estuvo a punto de salir este verano. El ariete marroquí, un delantero fortísimo en el cuerpeo y potente al espacio, se quedó en Elche ante la ausencia de incorporaciones en la vanguardia y ha acabado haciéndose con el puesto de titular a base de efectividad: ha marcado 3 tantos.
El dibujo cambia; la propuesta del Elche Club de Fútbol, no
Menos acierto han tenido Nico Castro o Agustín Álvarez, delanteros más móviles encargados de acompañar a Mourad -o a un Sory Kaba todavía lejos de su mejor momento- en este 3-5-2 que ha construido Sarabia en las últimas jornadas. Eder insiste una y otra vez en que el equipo puede no solo variar de dibujo (empezó jugando 4-3-3), sino modificar comportamientos o añadir «matices» en función del plan de partido y las características del rival.
Sin embargo, como rasgos más generales, esta última versión del Elche Club de Fútbol juega con dos carrileros como Álvaro Núñez y José Salinas que dan amplitud por fuera para juntar dentro a mucha gente. Concretamente, a un mediocentro más posicional como Gerard Hernández y a dos interiores tremendamente dinámicos como son Aleix Febas y Nico Fernández, capaces de construir de cara, sujetarse como referencias entre líneas e incluso ‘cortar’ hacia fuera para ofrecerse como solución en profundidad.
Atrás, tres centrales de entre los que se cae Matia Barzic, convocado con Serbia sub-21 al igual que Yeremay con España. Su lugar lo podría ocupar un Pedro Bigas que vuelve a estar disponible para Sarabia, pero tampoco es descartable que Sarabia modifique incluso la estructura y regrese a una zaga compuesta por cuatro, con el poderosísimo Bambo Diaby y el joven Affengruber en el eje.
Esa última línea que protege a Matías Dituro no es de mal nivel, pero suele estar muy expuesta. Porque el Elche es el equipo que menos situaciones de gol concede a sus rivales gracias a ese control de juego que impone en sus partidos desde el balón y la construcción normalmente reposada. Pero es un conjunto todavía con margen de crecimiento en transición defensiva y que ha encajado a raíz de pérdidas muy cercanas a su área por esa idea de construir desde atrás.
Precisamente por esos riesgos que asume, es de esperar que el Deportivo vaya a buscar al Elche muy arriba, a costa de conceder espacios a espaldas de esas primeras líneas de presión. Sin embargo, no sería descartable ver a un equipo herculino algo menos atrevido, que busque protegerse junto y correr desde más atrás, como hizo en el Belmonte a partir del 1-2. Esa actitud deportivista marcará con mucha probabilidad el guion de partido. Porque lo que parece evidente es que la pelota, cómo no, será el Elche Club de Fútbol. Allá van con el balón en los pies. Pero quizá eso no venga mal al Dépor para poderlos detener.