El Deportivo va camino de completar una pretemporada satisfactoria en lo que a lesiones se refiere. Porque si bien es cierto que ha habido contratiempos físicos y jugadores que han ido entrando y saliendo de la dinámica de grupo, el equipo llega al tramo final de la preparación con la enfermería sin apenas inquilinos.
Diego Villares es a día de hoy el único futbolista que no puede entrenarse con el grupo. El de Vilalba, que disputó buena parte de la final del playoff con un esguince de rodilla, se recuperó a tiempo para iniciar la preparación. Estaba siendo uno de los más destacados hasta que se resintió de las molestias en su articulación en el partido ante el Castilla en Viveiro. Desde entonces ha tenido que estar al margen, aunque en principio su participación en el primer partido de la temporada no corre peligro.
El resto de jugadores que llegaban tocados a estas semanas se han ido incorporando poco a poco a la normalidad de los entrenamientos. Es el caso de Roberto Olabe, que jugará ante el Bergantiños por primera vez desde el duelo inaugural ante el Arteixo, o también el de Raúl Carnero. El coruñés también se lesionó ante el Castilla, pero ya está totalmente recuperado. Este domingo también seguirán sumando minutos Granero y Trilli.
Calma en el Deportivo con Ibai Gómez
El que es más que probable que no vista la blanquiazul hasta que lleguen los partidos oficiales es Ibai Gómez. El extremo sigue con su plan de puesta a punto combinando tareas con el grupo junto a otras de trabajo específico, por lo que en principio no jugará este domingo ante el Bergantiños. Nadie quiere apurar el regreso del vasco a los terrenos de juego después de una temporada de poca actividad, pero él mismo apuntó que cada vez se va sintiendo más cerca de un buen estado de forma.