El mundo del fútbol femenino se ha visto empañado en los últimos meses por varios casos polémicos que, para desgracia del deporte, han hecho que quede en un segundo plano. Desde el ‘Caso Rubiales’ hasta la denuncia pública de Ana González, ex segunda entrenadora del Deportivo, contra Miguel Llorente, quien fuera primer técnico del Dépor Abanca. Ahora es el próximo rival del equipo coruñés el que se ve afectado por una situación similar.
El conjunto deportivista se desplazará este fin de semana hasta Murcia, donde se enfrentará al Alhama CF, recién descendido de la Liga F y que ocupa la tercera posición en la tabla. El equipo azulón vive un momento tumultuoso después de que su entrenador, Randri García, fuese denunciado por algunas futbolistas debido a unas actitudes que consideraron vejatorias en su ámbito de trabajo.
En un comunicado hecho público por el sindicato FUTPRO se informa de que la RFEF ha confirmado tras un proceso disciplinario el «trato vejatorio y degradante hacia la mayoría de las jugadoras, afectando su dignidad y creando un entorno laboral hostil», proponiendo para el técnico una suspensión de su licencia federativa por dos años. Asimismo, el ente federativo propone también una inhabilitación de un año para su directora deportiva, Tamara Ruiz, por su «pasividad ante el comportamiento inapropiado del entrenador».
El relato de algunas de las víctimas
Tras la difusión de este comunicado algunas de las futbolistas afectadas han roto su silencio, aunque manteniendo el anonimato. En un artículo publicado por El País son varias las que explican los comentarios de carácter humillante, homófobo o misógino realizados por Randri García. «Al piso se va a dormir, no a liaros todas con todas» o «Alexia (Putellas) es una gorda, tiene tobillos de gorda, no sé cómo puede ser la imagen del fútbol femenino. Muchas futbolistas han llegado a entrenadoras por chupar pollas» serían algunas de las muchas lindezas que presuntamente tuvieron que soportar.