Situaciones que no se olvidan. Hechos que no pasan desapercibidos para una afición que sabe sufrir y que cuenta con una gran memoria. Si el 2014 estuvo lleno de despropósitos, en lo social y en lo deportivo, el 2015 será recordado con una sonrisa por la hinchada herculina.
La llegada de Víctor Sánchez del Amo al banquillo en una situación crítica. La salvación in extremis en el Camp Nou cuando todo parecía perdido. El fichaje y posterior explosión de Lucas Pérez como goleador insaciable. El aterrizaje en A Coruña para quedarse de un Pedro Mosquera que acaricia la perfección en muchos encuentros. Fichajes con la mayor lógica del mundo, veteranos y jóvenes de proyección conocedores de la Liga. Situarse arriba con el segundo presupuesto más bajo en un campeonato verdaderamente competitivo y con equipos del más alto nivel. Ganar con merecimiento el derbi después de penar y perder en el último curso. Que nadie tenga menos derrotas y que solo te iguale en ese dato el líder indiscutible, actual campeón del mundo, que no pudo ganarte en su casa.
Este 2015 es para cualquier deportivista un año para recordar. Han pasado cosas muy bonitas en momentos de mucha tensión y todo lo que se ha hecho tanto desde la directiva como del cuerpo técnico han tenido sentido común. También los jugadores están dando más de lo que muchos preveían, de ahí que toda España los reclame como el equipo revelación. Gente de casa o identificados con el club para empezar una bonita etapa. Empezando por el entrenador y acabando por el utillero, pasando por un buen puñado de jugadores de la plantilla.
Aún seguimos diciendo que estamos a inicio de curso, quizás por no terminar de creérnoslo del todo o por no querer meter presión a los jugadores, pero llevamos ya 17 jornadas y el Dépor se sitúa 6.º en la tabla, en puestos europeos. Solo Barcelona, Atlético, Real Madrid, Celta y Villarreal tienen más puntos. El empate en el Coliseum le permite acabar el año en esa posición, empatado con el Athletic Club (7.º) que venció en Balaídos. 27 puntos para no relajarse y 27 puntos para seguir manteniendo el sueño vivo. La afición se identifica con su equipo después de muchos años pasando penurias en Primera División y sufriendo para ascender en Segunda. El objetivo sigue siendo claro y solo el devenir de las jornadas podrá hacer pensar a los de Víctor Sánchez que pueden hacer algo grande.