La relación de Fernando Vázquez con los árbitros no está en los mejores términos durante este final de temporada y el técnico de Castrofeito se mostró muy cabreado tras el Málaga vs Deportivo. Especialmente con la mano que inicia la jugada del tanto local: «Estoy en la grada y no lo veo. Pero mis futbolistas me lo dicen y ahora tras el partido me lo ha dicho todo el mundo. Una mano previa a un gol, voluntaria o involuntaria, debe anular la jugada. Reconozco que hicimos un mal partido y no merecimos ganar. Pero para mí es alucinante que un árbitro, siendo consciente de la mano, porque le dio una explicación rara a los jugadores, si tiene dudas no vaya a mirarla al VAR. Posiblemente dirán que es que si el VAR le dice que puede ser dudosa no puede ir. Hay intereses en juego muy importantes. De jugadores, de un equipo y una afición. Y a este señor le faltó humildad, como el otro día (en Tenerife). Estoy indignado con esto y molesto por cómo jugó el equipo«.
El entrenador blanquiazul explicó, además, qué pretendía con su plan de partido, que según reconoció, posiblemente fuera erróneo: «Pensaba, y sigo pensando, que para ganarle al Málaga teníamos una gran vía maravillosa para atacar por dentro. Carrileros contra carrileros, nuestros tres centrales contra sus tres delanteros y teníamos cuatro contra dos en el centro del campo. Si los mediocentros del Málaga saltaban a presionar y los centrales querían venir a por Aketxe y Çolak, Beauvue se quedaba uno contra uno con Lombán. Las posibilidades de ganar por dentro eran evidentes, por eso lo hice. Pero apenas conseguimos dominar en el centro del campo y el equipo tenía superioridad. Hoy no estuve acertado porque lo que pretendía no salió. Es posible que me equivocara, tanto en lo que pensaba del partido, como también en algún jugador individual. Pero son cosas del oficio, no podemos acertar siempre».
El cambio de Gaku y el miedo a las expulsiones
El Dépor está llegando justo en el centro del campo y Fernando Vázquez no quiere correr el más mínimo riesgo. Por segundo partido consecutivo, sacó al Gaku del campo al tener una amarilla. Esta vez cuando estaba siendo el mejor del equipo: «Tenía tarjeta y ya hizo una falta en la que tuve miedo. Hoy las tarjetas amarillas, más viendo cómo pitan los árbitros, son causa para que un jugador sea sustituido«.