Reconozco que tanto en el mundo del deporte como en el laboral, hay una cosa que me apasiona cada día más: la gestión de los grupos. Y esto lo enlazo siempre con el tema mental, la parte motivacional y es algo que seguramente me hayáis escuchado preguntar en muchas entrevistas. Lo hemos hablado con Borja Jiménez, con Óscar Gilsanz y con jugadores como Borja Granero.
📺 Esta tarde se pasó por RiazorTV Borja Granero. Entre otras cosas, hablamos con el central del Dépor sobre la motivación y cómo aportar cuando se tiene menos minutos
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— Riazor.org (@riazororg) March 2, 2022
Si centramos más el debate en el mundo del fútbol, donde los futbolistas reconocen ser egoístas pese a jugar a un deporte en equipo, nos encontramos que en una plantilla de 25 jugadores habrá 25 reacciones distintas a un mismo estímulo. Eso es así, por ese motivo es muy importante saber a quién tienes en tu equipo, tener detectada la forma de motivar a esa persona y conseguir que aporte su máximo hasta cuando no está teniendo minutos. Esto último, sin duda, es lo más complicado.
Y sin duda, el tema de que el grupo debe estar por encima de todas las cosas es algo que podemos extrapolar al caso de Juan Carlos Menudo. El mediapunta ha rescindido su contrato con el Deportivo tras una violación grave del código interno. En estos momentos todo el mundo tiene su opinión, pero realmente pocos toda la información necesaria para juzgarlo como es debido. Este último punto corresponde a secretaría técnica, directiva, plantilla y al propio jugador. Lo que sí es importante es recordar cómo se produce todo.
La cronología del caso Menudo
Juan Carlos Menudo no acudió este viernes a entrenar, algo que tampoco hizo el sábado. ¿Por qué? Según el futbolista, había dado positivo en COVID. El problema es cuando el Deportivo descubre que sin permiso, el jugador viajó a Sevilla para ver la final de la Copa del Rey. Algo que en un primer momento llegó a negar.
A partir de ahí hubo diversas conversaciones, desde el club interpretan que hay una violación grave del código interno, ya que viajó sin permiso cuando supuestamente tenía COVID mientras sus compañeros disputaban ese fin de semana el partido contra el Talavera. Además, anunció su positivo el jueves, con lo que Borja Jiménez podría haber contado con él para la convocatoria.
Con estos datos, lo sencillo es pensar que todo podía haber quedado en una sanción ejemplar. O que en vez de despedir a un futbolista cuando restan pocas jornadas para el playoff podría haberse apartado. El problema es que todo indica que este hecho fue el que hizo detonar todo, en una relación ya deteriorada de por sí.
La plantilla del Deportivo
Aquí es donde quiero volver a la gestión de grupo por encima de todo. ¿Cómo ha sentado en la plantilla que Menudo se escude en su positivo en COVID para ver la final de Copa del Rey? ¿Sería positivo tener a un futbolista apartado? ¿Qué precedente crea dejar sin sancionar o sin rescindir tras lo hecho por Menudo? Sin duda, si analizamos todos los escenarios posibles, todos ellos nos arrojan pros y contras aunque todos acaban en la misma conclusión: el escudo se respeta.
El propio Borja Jiménez deslizó un detalle en su rueda de prensa. «El vestuario está bien, ha vuelto a demostrar la unión que tiene. Ahí sale el buen hacer del grupo. Tenemos un grupo muy bueno, de los mejores que he dirigido en estos años». Quien quiera entender, que entienda.
Centrándonos ya en el debate que se ha instaurado en todas partes, tenemos a los que dicen que si esto lo hace un titular indiscutible no habría rescisión. Ya de entrada, lo normal es que un titular indiscutible lo sea por algo: por su aportación, por talento, por cualquier cosa. Con lo cual, lo normal es que no sea comparable y que caigamos de forma muy fácil en la demagogia. En otra esquina, los que aseguran que una multa hubiese sido más que suficiente. ¿Realmente lo era? Aquí la reflexión debe ser otra. Si nos parece que este hecho no es suficientemente fuerte para una rescisión, tal vez hay que preguntarse qué pasó anteriormente o durante toda la temporada.
Bajo mi punto de vista, el gran perjudicado de esto y seguramente al que más le ha costado tomar la decisión ha sido el Deportivo. En primer lugar, pierdes a un efectivo, a un jugador que posiblemente ibas a necesitar en algún tramo de lo que queda de temporada. En segundo lugar todo el ruido que genera en el momento más decisivo de la temporada. Y en tercer lugar, ¿alguien cree que a un club le gusta despedir a uno de sus jugadores? Pero lo que sí queda claro es que se ha marcado una línea en fuego: «el club toma la decisión en función de los valores que cree que deben respetarse por el escudo, el propio club y lo que queremos que sea el Deportivo”. Y es que por encima de los nombres, hay un escudo que debe respetarse siempre.
