Dos de nuestros redactores, Manuel Laya y Jorge García, debaten sobre si ha sido acertado el cambio de sistema de Fernando Vázquez. ¿Qué piensas?
Fernando Vázquez sigue intentando sacarle el mejor rendimiento a su plantilla. En el último encuentro, decidió cambiar de sistema para jugar con dos delanteros. Los elegidos, Borja Bastón y Arizmendi. El resultado, victoria por la mínima ante el Alcorcón pero con un regusto amargo. ¿Ha hecho bien cambiando el sistema?
SÍ
Manuel Laya
El fútbol evoluciona y cambia constantemente y eso hace que todo lo que lo rodea tenga que cambiar. A pesar de que el sistema 4-2-3-1 ha sido una constante en el 11 inicial del Deportivo durante muchos años, el equipo no puede estancarse en un dibujo que no se adapta a la actualidad de la plantilla blanquiazul. En su día, el equipo ya se recurrió al cambio de sistema para acogernos al ya famoso 5-4-1 con dos carrileros ofensivos para salir de la zona de descenso de la mano de Lotina. Ahora las cosas cambian un poco, falta ese mediapunta referente, un Valerón que distribuya el juego de manera muy clara, y la mejor opción es ir al ataque con dos puntas. Tenemos un equipo muy joven y repleto de canteranos que, aunque no digo que no les sobre calidad, no se les puede pedir que vayan a por una posesión del partido y dominio sobre el mediocampo. El último Dépor que estuvo en Segunda formaba con Juando, Alex, Guardado, Valerón y Bruno Gama en el medio y un delantero consolidado como Riki. Hoy tenemos menos clase en esa zona y por ello el Deportivo tiene que buscar un juego más directo y más rápido, buscando hombres arriba. Es un suicidio y una injusticia cargar de toda la responsabilidad a un solo delantero y más viendo la edad de Borja y Luis, que son muy talentosos pero a los que aun les puede la presión. El reparto de responsabilidad les desahoga y hace que saquen lo mejor que llevan dentro. Fernando Vázquez ha de seguir con el 4-4-2, jugando en punta con los arietes mencionados y con Arizmendi, y potenciar más el físico del equipo y el trabajo en defensa que es donde realmente sufre el conjunto herculino.
NO
Jorge García
Por desgracia, en el fútbol el marcador impide ver siempre la realidad. Después de los partidos ante el Córdoba y ante el Murcia en Riazor, nos cansamos de decir que el Dépor tuvo mala suerte, que influyeron las decisiones arbitrales y que los rivales marcaron prácticamente en su única ocasión, mientras que los blanquiazules generaron mucho y solo fallaron a la hora de definir. Finalmente, tras un partido regular en Gijón, Vázquez decidió cambiar lo que estaba funcionando en cuanto a producción ofensiva, y el resultado no pudo ser peor. ¿Cuántas ocasiones claras tuvo el Dépor contra el Alcorcón? ¿Una? ¿Dos, según se mire? Eso sí, ganó y el 4-4-2 tuvo buena acogida «solo» por eso: por los tres puntos. Es cierto que fue la primera vez que el equipo coruñés jugó con esta formación y se puede pensar que con el paso de las jornadas mejorará, pero parece muy complicado. En el 4-4-2 es esencial que haya dos extremos con desborde, sobre todo si no juegas en rombo, algo que ni Juan Carlos ni Culio tienen. Vale, Vázquez les pide que se vayan hacia dentro para sorprender con laterales, buena idea. Pero ¿y si esos laterales no destacan por su habilidad para centrar, como sucede con Laure y Manuel Pablo (Luisinho, incógnita)? Ahí de nada vale tener dos delanteros grandes como son Borja y Arizmendi. Sinceramente, creo que Vázquez tardará poco en volver al 4-2-3-1.
TERMÓMETRO DE LA AFICIÓN:
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