Corría abril del 2021 y, con dos jornadas de antelación, el Linares conseguía su gran ‘machada’: no solo estaba ya en Primera Federación, sino que había logrado asegurarse un puesto en los playoffs de ascenso a Segunda División. En pleno curso de reestructuración tras el confinamiento, el conjunto jienense se proclamaba campeón del Grupo IV de Segunda B. Y, de la mano de un Alberto González que había llegado al club unos meses antes, podía luchar por primera vez desde su refundación por alcanzar la categoría de plata.
El Linares cayó ante el sorprendente Amorebieta en un ‘todo o nada’ que también penalizó después al Badajoz. Pero el trabajo estaba más que hecho. Alberto González había conducido a un equipo ascendido administrativamente al primer puesto de su grupo y a rozar el fútbol profesional. ¿Qué más se podía pedir? Nada. Por eso mismo, el técnico malacitano decidió abandonar Linares, en busca de la oportunidad en Segunda División que el verde le negó. Estuvo cerca del Mirandés e incluso se le vinculó con el megaproyecto del Córdoba para salir del barro o con el Albacete que acabó contratando a De la Barrera.
Pero, finalmente, no encontró el acomodo adecuado. Así que decidió empezar la campaña 2021-2022 sin entrenar, esperando una oportunidad interesante. Y esta llegó bien pronto. Apenas un mes después del inicio de la competición, el Linares volvió a llamar a su puerta. El club jienense, que había tratado de renovarlo en verano, aprovechó el primer momento de duda para volver a tirar de quien siempre había sido su primera opción.
Así, con tan solo cuatro jornadas disputadas, el club azulino cesaba, a dos días de disputar la quinta jornada, al argentino Alejandro Sandroni y le daba de nuevo las llaves a Alberto González, que arrancó con un triunfo que ponía fin a la racha de 2 puntos de 12. Aunque le costó retomar el vuelo y no salió de abajo hasta mucho después. Porque el equipo que acabó jugando el playoff de ascenso en Riazor inició el 13 de noviembre una remontada en la clasificación, amparado en la fortaleza en Linarejos. De puestos de descenso al quinto lugar.
Otra marcha atrás de Alberto González
Alberto González había vuelto a lograr un sobresaliente con el Linares. Y, de nuevo, entendió que era el momento de ‘volar’. El técnico malagueño y el club jienense separaron, de nuevo, sus caminos. Pero poco más de 15 días después, la entidad, que había contratado a Miguel de Hita como nuevo director deportivo, volvía a anunciar el segundo regreso consecutivo del preparador que le había puesto en el mapa del fútbol nacional.
«Después de unas semanas de reflexión o de impás se ha vuelto a dar la posibilidad de que se me abran las puertas de este club al que tanto cariño le tengo. Y, otra vez, no podía decirle que no», explicó el preparador en su tercera presentación oficial con el Linares.
González, que llegó a ser vinculado con el Deportivo durante el período de reflexión blanquiazul acerca de la continuidad de Borja Jiménez, profundizó en esa intervención pública en el por qué de su vuelta: «Yo quería cerrar la página anterior cuanto antes. Hubo incluso que esperar un poco, porque correspondía a Miguel (Linares, el antiguo director deportivo) cerrarla antes. Entendía que ese proyecto había terminado y me tocaba salir al mercado«.
«Hablo con clubes y dejo trabajar a este club que tanto aprecio. Ambos seguimos nuestro camino. El Linares creando su proyecto y yo pensando en cumplir mi sueño de entrar en categoría superior. Pero el mercado te pone en tu sitio. No se dio esa posibilidad de entrar en ese tipo de proyectos. Pasó el tiempo y se volvió a dar esta situación. El Linares ve que todavía estoy en el mercado y me contacta. El club sigue sin dar pasos en su nuevo proyecto y yo sin enrolarme a uno que me seduzca. Así que volvimos a entendernos de una manera bastante rápida«, añadió.
De este modo, en su tercer etapa, es como si nada hubiera cambiado en el Linares, que tras ‘darse un tiempo’ con su entrenador sigue en los días de ‘vino y rosas’. El conjunto de Jaén es colíder, con 19 puntos de 21 posibles. Tan solo un empate en Salamanca ha evitado el pleno del Linares, que llegará a Riazor después de haber ganado sus últimos 5 partidos y con una racha como local de 10 victorias seguidas -entre esta temporada y la anterior-. Y todo pese a haber incorporado a 17 nuevas piezas. Parece que da igual. Porque Alberto González está empeñado en repetir la fórmula una y otra vez: ‘huida’, regreso y éxito.