Josep Calavera, exfutbolista del Deportivo y pupilo de Óscar Cano en el Castellón, se pasó por el programa especial de A Balón Parado con motivo del cambio de entrenador en el equipo blanquiazul. El mediocentro, que coincidió con el nuevo técnico deportivista en la temporada 2019-2020 en el conjunto ‘orellut’, reconoció que Cano es para el como un «padre futbolístico». «Yo me fui a mitad de temporada porque me firmó el Atleti. Pero de Óscar tengo un recuerdo muy, muy bueno. Estuve solo seis meses, pero aprendí mucho. Fueron muy buenos a nivel personal y colectivo. Encajé muy bien en el ecosistema que él creó en el Castellón. Y tengo de él un recuerdo espectacular«, reconoció.
Óscar Cano y sus diferencias con Borja Jiménez
Preguntado por las similitudes con Borja Jiménez, ya expreparador blanquiazul y técnico de Calavera el pasado curso, el mediocentro catalán destacó que ambos son «son dos entrenadores jóvenes, que tienen mucha proyección y mucho que decir en el fútbol español». «Saben mucho de fútbol. En ese sentido, creo que Óscar tiene un gran futuro, como el de Borja que, siendo muy joven, ya ha conseguido mucho», añadió.
Más se explayó a la hora de hablar de las diferencias entre ambos: «Óscar es un entrenador al que le gusta mucho el juego de posición. Es un enamorado de Guardiola y de Juanma Lillo. Le gusta ser muy dominador de los partidos, tener mucha posesión. En este sentido le gusta parecerse un poco más a lo que era el Barça de Guardiola. Borja también quería ser dominador. Pero quizá no era un fútbol de tener tanta posesión, sino de intentar ser algo más verticales y profundos por banda. A Óscar le gusta mucho jugar por dentro, que los jugadores se asocien y tengan esa libertad de hacer lo que les apetezca. Yo tengo el recuerdo de que siempre decía que el fútbol es de los jugadores, que lo jugamos nosotros y que dentro, en el verde, mandamos nosotros».
Óscar Cano, comunicativo y adecuado
Más allá de cuestiones táctico-técnicas, Calavera también destacó la habilidad comunicativa del nuevo entrenador del Deportivo de La Coruña: «Óscar habla y se expresa muy bien. A la gente que le gusta el fútbol de verdad, como yo, le transmite. Él habla mucho de fútbol, no cree en los tópicos de que ‘ha faltado actitud’ o ‘ganas’. Y si se pierde, no es por falta de actitud, sino por motivos futbolísticos».
De este modo, barruntó que el preparador granadino puede tener éxito en Riazor si el vestuario está con él: «Tiene un discurso muy bueno, es muy cercano con los jugadores. Si el futbolista le cree y va a muerte con lo que transmite, el Dépor tiene jugadores con mucha calidad para hacer el fútbol que él propone».
Precisamente sobre esta adecuación al actual plantel deportivista también opinó Josep, que fue muy tajante: «(La plantilla) Se puede adaptar sobradamente al juego que propone Óscar. Hay un equipazo, muy buenos jugadores y una plantilla muy, muy buena. Conozco a los del año pasado, a los que han traído les he visto jugar y son jugadores de mucha calidad. Hay plantilla para adaptarse, de sobra, a lo que Óscar quiere«.
El momento de su amigo Mario
Entrando ya en cuestiones más personales, Víctor Losada y Jorge Lema le preguntaron acerca de su estrecha relación con Mario Soriano y cómo veía al su amigo y excompañero: «Con Mario estoy en contacto todas las semanas. Hablamos mucho. Obviamente, me ha preguntado por Óscar porque sabe que lo tuve. Está siendo complicado también para él. Hizo una apuesta fuerte por estar ahí. Pero no se arrepiente de nada, ni mucho menos. Sabe que esto es muy largo y hay tiempo para darle la vuelta a la situación. Tampoco es un desastre lo que está haciendo el equipo. Pero claro, estaba preocupado y ‘jodido’ porque no se daban los resultados y, sobre todo, las sensaciones, que no terminaban de ser positivas. Él a nivel individual sí que me dice que se está encontrando cómodo, pero a ver si pueden empezar a ganar. Sobre todo este fin de semana, que es una buena prueba contra el Linares. Yo creo que lo van a sacar adelante, sin ninguna duda».
Su paso por el Deportivo, «una pena»
Por último, el centrocampista reconoció que el pasado curso no le habían salido las cosas como a él le hubiese gustado: «El año pasado me supo muy mal. Me adapté muy bien a la ciudad, en el equipo estaba súper a gusto pero futbolísticamente no hubo manera. Fue una pena porque el Dépor es una plaza soñada. A posteriori alguna vez lo he hablado con Borja, que tengo buena relación con él. También le supo mal que no pudiera demostrar mi nivel».
Sin embargo, destacó que este curso ha vuelto a sonreír compitiendo a buen nivel en un Castellón que ya conocía. «Este año me estoy encontrando muy bien, en un sitio en el que ya había estado. Estoy como en casa y tengo esa confianza que me faltó el año pasado, ese creer más en mí. Este año se está dando muy bien a nivel individual y colectivo», finalizó.