La derrota ante el Granada por la mínima (0-1) fue un duro revés para el Deportivo, pero los tres jugadores que comparecieron en zona mixta tras el encuentro coincidieron en señalar su confianza en que el conjunto blanquiazul podrá acabar con la racha negativa, y recalcaron la ventaja de jugar ya el miércoles en San Mamés para intentar resarcirse de este nuevo traspiés.
El primero en atender a los medios de comunicación fue Juanfran, autor del penalti que transformaría El Arabi, una pena máxima que reconoció era «clara». «Se va (Peñaranda) de Luisinho, luego de Pedro (Mosquera) y llego tarde, me quiero meter por delante porque está ya contra el portero, lo hace bien y lo arrollo», describió el lateral. Para el defensa, aunque el equipo siempre sale «a ganar», todo se decidió en una «jugada de contragolpe». Pese a ello, remarcó que el Deportivo no gozó en la segunda parte de «ocasiones claras claras».
Juanfran se sinceró asegurando que había «impotencia» tras diez jornadas sin ganar, y subrayó que las derrotas obligaban al equipo a «tener que trabajar más». Pese a la racha, no cree que el Deportivo haya tocado fondo. «Tenemos 32 puntos y no hay que dramatizar la situación», incidió el futbolista, que considera que ganar lo cambiaría todo. «Hay que conseguir una victoria, seguir trabajando como hasta ahora y seguro que van a llegar (los triunfos)», declaró.
Y para empezar a sumar de tres en tres el próximo rival en el horizonte es el Athletic de Bilbao, un equipo a «muy buen nivel», aunque según Juanfran, el Deportivo ha demostrado que puede «competir contra cualquier equipo».
Por su parte Celso Borges, uno de los integrantes del trivote propuesto por Víctor Sánchez del Amo ante el Granada, admitió que las sensaciones del equipo no eran buenas y que estaban «bastante tristes por el resultado». Sobre este esquema (4-4-2), ya empleado en Cornellá El Prat, el centrocampista tico valoró que es normal que se cuestione «después de resultados negativos», aunque aclaró que eso no debe significar que se «pueda tomar una determinación de que algo sirve o no». Con respecto a su posición en el campo, algo más escorada a la banda izquierda, matizó que el técnico le había pedido «en defensa estar un poco tapando la salida del otro volante y del lateral».
Aunque consideró «comprensible» el cabreo de la afición y entendió la «frustración», cree que el público animó y apoyó al Deportivo, pese a que «cuando se pierde es normal que haya muchísimo disgusto». La parte positiva para él es que el miércoles en San Mamés pueden olvidar lo ocurrido en Riazor, en un campo que al conjunto blanquiazul se le suele dar «bien». Abogó por sacar un «buen resultado», y salir de ese «estado mental» que provoca no ganar. «Creo que hace tiempo que la merecemos (la victoria),no llega, pero no podemos desistir», zanjó.
El último en comparecer fue Fernando Navarro, que ocupó el sitio de Sidnei en el centro de la zaga junto a Arribas, una posición en la que ya ejerció en su etapa en el Sevilla. Aseguró estar a disposición de jugar «donde crea conveniente» el técnico, y afirmó ser «un trabajador del equipo». Prefirió no mojarse sobre la no inclusión de Lopo en esa ubicación y aseguró que esa pregunta era para el entrenador, que es el que «toma decisiones».
Reconoció que ante el Granada sabían que podía darse así el encuentro, pues habían hablado que contaba con «gente muy rápida arriba». «Cada contra de ellos era mucha incertidumbre para nosotros. No hemos sabido llegar a posiciones claras para crear ocasiones con nuestro dominio del balón, y el partido ha estado ahí», resumió.
Pese a que entiende las «dudas» de los seguidores blanquiazules, quiso dejar claro que la línea del equipo es «seguir trabajando» y mirando el futuro «con optimismo», aunque no ocultó que la dinámica es «mala». Quiso, no obstante, desdramatizar recordando que el Deportivo está «ocho puntos fuera del descenso» y volvió a repetir que los jugadores más que preocupados están «muy ocupados para cambiar la racha».
Coincidió que qué mejor momento que el miércoles para ganar de nuevo y en San Mamés, porque para él «después de una derrota lo que quieres es que haya un partido rápido, ya pensar en el siguiente, prepararlo y poder entrecomillas resarcirte o arreglar lo que te has dejado».