El Dépor afronta los dos últimos entrenamientos de la semana antes de recibir la visita del Mirandés el próximo domingo a las 21:00 en Riazor. El estadio blanquiazul medirá el estado de las dos peores defensas de toda la Segunda División. Los herculinos han encajado trece tantos en las siete primeras jornadas mientras que los visitantes han recibido catorce goles en esas mismas jornadas.
La buena noticia del conjunto de Anquela es que por fin logró mantener su portería a cero la semana pasada en Cádiz. Esa es la línea a la que se agarran los futbolistas que han pasado por la sala de prensa esta semana como Dani Giménez. Los burgaleses no han podido terminar ni un solo encuentro sin encajar goles, un aspecto que debe aprovechar el Dépor.
Los blanquiazules han mostrado mucha debilidad en casa y han recibido seis goles en los tres encuentros disputados hasta la fecha en Riazor. El Oviedo fue capaz de hacer dos en la segunda mitad. El Albacete aprovechó el punto de penalti para superar a Dani Giménez y el Numancia batió en tres ocasiones al guardameta gallego en un horrible final de partido.
Ganar y mantener la portería a cero sería una gran noticia para un equipo muy necesitado y con grandes problemas en el balance defensivo. Jugadores y cuerpo técnico repiten constantemente que los goles encajados son culpa del colectivo e intentan no centrar la atención solo en la línea de retaguardia. La baja de Somma obliga al técnico a no variar en exceso la defensa. Todo hace indicar que el jienense alineará a Eneko Bóveda, Lampropoulos, Javi Montero y Salva Ruiz este domingo, la misma zaga que logró mantener la portería a cero ante el Cádiz. Riazor medirá el grado de recuperación de un equipo que intentará crecer desde la seguridad defensiva.