Las tres próximas semanas, en las que el Deportivo se enfrenta a tres rivales directos, determinarán si aún hay opciones de salvarse. El pistoletazo de salida será este viernes con un derbi gallego de colistas.
Llega el momento de la verdad. Jornada 28 de Liga, a once partidos para el final del campeonato y el Deportivo suma 17 puntos. Se ha dejado muchos por el camino pero esta semana comienza la etapa decisiva para meterse en la lucha por la permanencia o, por el contrario, condenarse a un regreso a Segunda División. Celta, Mallorca y Zaragoza. Tres partidos que son tres finales. La primera de las batallas será un derbi gallego, el primero en el que los dos equipos ocupan los últimos puestos de la tabla.
No hay que echar la vista tan atrás para ver cómo hace catorce años los derbis gallegos eran de altura. En la temporada 1999-2000, coruñeses y vigueses se enfrentaron en Riazor –jornada 16- siendo el primer y segundo clasificado, respectivamente. Ese mismo año los blanquiazules acabarían ganando la Liga.
Ahora, en 2013, toca vivir uno de los derbis más dramáticos que se recuerdan. Para encontrar algún caso similar hay que remontarse a la campaña 1943-1944, cuando a dos jornadas para el final del campeonato, el Deportivo ocupaba la antepenúltima posición y el Celta, que acabo descendiendo esa temporada, ocupaba el farolillo rojo.
Aun estando a seis puntos de los celestes, los de Fernando Vázquez saben que el derbi implica mucho más que reducir distancias. Ganar supondría llenarse de optimismo y afrontar su segunda final –la que librarán contra el Mallorca en el Iberostar Estadi- como la verdadera oportunidad de abandonar el puesto de colista. El tercer reto será contra Zaragoza en Riazor y si llegados a este punto no se ha conseguido sumar al menos una victoria entre esos tres partidos, habrá que ir asumiendo el temido descalabro