El Dépor volvió a la senda del triunfo tras derrotar al Zamora (1-0) y es el nuevo líder del grupo 1 de la Primera RFEF. Eso sí, empatado a puntos con Unionistas, Racing y UD Logroñés. Repasamos en varios apuntes lo más destacado.
Pocos retoques y creer en la idea
Borja Jiménez no suele cambiar demasiado de nombres en sus onces. Contra el Zamora, varió dos: Álex Bergantiños reemplazó a Rafa de Vicente y Doncel -que completó una gran actuación- a William de Camargo. La novedad, con respecto a la jornada anterior, estuvo en las posiciones de Quiles y Juergen. El onubense regresó a la banda derecha y el colombiano actuó de enganche, justo por delante del doble pivote (Álex-Villares).

Esa fue la formación inicial, pero a los 20 minutos, Borja Jiménez retrasó a Álex Bergantiños. El capitán se incrustó entre centrales para la salida de balón. E incluso durante un tramo importante del partido se mantuvo en esa línea también a la hora de defender (1-5-4-1). Luego, con los cambios del segundo tiempo, pasó a ordenarse primero en 1-4-4-2 y posteriormente en 1-4-3-3, con la entrada de Calavera.
En frente, pese a su situación clasificatoria, estaba un Zamora con mucha riqueza táctica. Revelación el curso pasado, el equipo de David Movilla saltó al verde de Riazor con tres centrales y con un repliegue intensivo. La intencionalidad era clara: limitarle los espacios al Dépor. En el primer tiempo lo consiguió, aunque el Dépor sumó varias llegadas, no tuvo efectividad; en el segundo ya no. Apareció la pizarra de Borja Jiménez.

Los cambios de Borja Jiménez
Al descanso, el técnico abulense sustituyó a Quiles por William de Camargo. Y en el 65’ retiró a Álex Bergantiños y a Doncel para dar entrada a Noel y Menudo. ¿Por qué? Porque ante un rival cerrado, que acumulaba tanta gente en campo propio, el Dépor necesitaba desequilibrio. Le sobraba gente en fase de iniciación y le faltaba alguien que en zona de creación buscase algo distinto, que se saliese de la partitura y desordenase el entramado defensivo de Movilla. Esa lectura de Borja desde la banda fue la que le permitió sumar de 3 al Deportivo.
William, el agitador
Con William de Camargo en el campo, el Dépor ganó en amplitud y fue menos previsible, exigió más al rival. Por el talento individual del brasileño, que se atrevió a encarar a su par y buscó los unos contra uno. Además de dar la victoria a su equipo, el gol le permitió a WDC resarcirse del mano a mano que perdonó en El Sardinero. El 1-0 en 3 frames:



Noel como generador de espacios
Contra el Zamora, Noel fue decisivo en el gol, pero además ofreció ayudas ofensivas constantemente, y fue capaz de encontrar los espacios una y otra vez. ¿Cómo? Desde la inacción, cuando todos se movían, él esperaba -igual que en el gol del Stadium Gal-. Y alternando muy bien el dentro-fuera. El delantero de Silleda entendió cuando debía ofrecer un desmarque de apoyo y cuando debía romper al espacio, en el intervalo central-lateral. Además, no solo destacó por su movilidad, sino por la precisión con balón; apenas se equivocó en sus entregas.

El otro registro de Víctor García
Ya no es noticia el crecimiento de Víctor García en el lateral. La irrupción del valenciano como llegador ha propiciado que el Dépor sea un equipo a dos bandas, capaz de alternar el juego por los dos costados, no solo en el izquierdo con Héctor Hernández. Lo destacábamos el otro día. Pero si en las jornadas anteriores, hablábamos de Víctor como generador de ocasiones a través del centro, en esta, contra el Zamora, hay que hacerlo de él finalizando las jugadas. A los 23’, estrelló un disparo en el palo. En el 62’ mandó otró al lateral de la red. Y en el 79’ se encontró con Jon Villanueva. Tres de las ocasiones más claras del partido para el Dépor llevaron su sello -cuatro si añadimos la que dio origen al remate de Menudo-. En todas ellas, el ex del Fabril apareció desde atrás, exhibiendo, como siempre, potencia.
La solvencia defensiva
El Zamora es el equipo menos goleador del grupo -con 4 tantos- y ante el Dépor, por su propio posicionamiento defensivo, iniciaba los ataques demasiado lejos de la portería de Ian Mackay. Sin embargo, sin obviar ese contexto, el conjunto blanquiazul volvió a exhibir solvencia defensiva y ya acumula tres porterías a cero seguidas. No en vano, es el equipo que menos tantos (5) recibe de toda la categoría -junto al Villarreal B-.
Aunque el apartado defensivo es una cuestión colectiva, hay varios nombres propios que merecen mención aparte. En el eje de la zaga, Lapeña y Jaime Sánchez están a un nivel sensacional. Y, por delante de ellos, Diego Villares se ha consagrado como la mejor escoba. El mediocentro chairego ha asumido ese rol del trabajo sucio y en esta jornada volvió a sobresalir. Siempre atento a las vigilancias, es un seguro de vida cada vez que los rivales buscan las transiciones; algo recurrente por el estilo de juego que propone el Dépor.