El Deportivo inició este domingo la liga de Primera RFEF, y lo hizo con una goleada sobre el Celta B (5-0). Más allá del resultado, el equipo de Borja Jiménez arrancó con muy buenas sensaciones. Repasamos en varios apuntes lo más destacado.
Varios registros dentro de un plan perfecto
Era el debut, había 6 fichajes -y un juvenil- en el once, pero no lo parecía. Desde el inicio del partido, el Dépor tuvo claro su plan ante el Celta B, y lo ejecutó a las mil maravillas. Ordenado en 1-4-3-3 con balón, el equipo coruñés exhibió varios registros: manejó con calma posesiones largas -como la más significativa y vistosa, la que dio origen a la ocasión de Quiles (50’), que dura un minuto y medio-, castigó en las transiciones -atacando muy bien los espacios con William, Miku y Quiles- y no rehusó de los envíos más directos, cuando la zaga adelantada del filial invitaba a ello.

Sin balón, el equipo de Borja Jiménez optó por un 1-5-4-1, con Álex Bergantiños -que ofreció un nivel notable- retrasando su posición e incrustándose entre centrales. Con ese dibujo, se defendió en avanzado, fue a presionar arriba la salida de balón del Celta B. ¿Cómo? Casi en línea, William, Miku y Quiles saltaban a los tres centrales; Héctor y Trilli a los carrileros y Juergen y Villares al doble pivote. De ese modo, y también con una buena presión tras pérdida, el Dépor fue capaz de robar alto en numerosas ocasiones a lo largo del partido.
Otra de las claves estuvo en cómo minimizó la gran fortaleza del filial: sus transiciones ofensivas. Cuando el equipo vigués quería contragolpear, el Deportivo replegaba rápido, evitando inferioridades numéricas y posicionales atrás. Y se mostraba solidario en las ayudas. De ese modo, Alfon, Javi Gómez y Miguel Rodríguez apenas gozaron de situaciones ventajosas en ataque.
Un Dépor inconformista, sin especulaciones
Igual de salientable que todo lo anterior fue la actitud y la ambición del Dépor. Aunque se marchó al descanso ganando por 2-0, el equipo de Borja Jiménez no se conformó en ningún momento, siempre quiso más. Y, en esa línea, fue también el mensaje en los cambios: Calavera por Elitim, Rafa de Vicente por Villares, Menudo por William, Doncel por Quiles y Noel por Miku. Ninguna sustitución de perfil más defensivo.
Alrededor de la hora de juego, el Dépor pasó a jugar definitivamente con tres centrales (1-5-3-2), también cuando tenía balón. Y ya con esa disposición llegaron los últimos 3 goles, todos ellos fabricados por jugadores salidos desde el banquillo.
Juergen Elitim, día 1
Juergen Elitim está llamado a ser uno de los jugadores diferenciales del Deportivo en la categoría de bronce. Y en esta primera jornada no pudo tener mejor carta de presentación. Ubicado como interior izquierdo, al lado de Diego Villares, Elitim encontró los espacios en la zona más daniña: entre líneas, a la espalda de Beitia y Holsgrove, y por delante de los centrales. Siempre apareciendo en el momento justo, controlando el ‘timing’. Y demostrando que tiene una capacidad sobresaliente para superar líneas a través del pase.
Apenas habían transcurrido trece minutos cuando, desde campo propio, asistió a Miku para el 1-0. ¿Cómo lo hizo? Libre de marca, recepcionó un envío de Villares, levantó la cabeza, acomodó el balón con la izquierda y lo envió en profundidad a la espalda de la zaga del Celta B. Tres minutos más tarde, lo repitió. Esta vez, en tres cuartos de campo. Pase de William de Camargo, control de Juergen, que vuelve a recibir solo, levanta la cabeza y castiga nuevamente a la espalda, donde recibe Quiles y hace el 2-0.

Noel, un debut para la historia
Hay futbolistas que no necesitan estar demasiados minutos sobre el verde para demostrar su personalidad. Este domingo, el juvenil Noel (2003) fue uno de ellos. Además de debutar oficialmente con el primer equipo, el delantero de Silleda se ha convertido también en el primer jugador que pasa por todas las categorías del club (lleva en Abegondo desde benjamines) y marca en su estreno.
En los 10 minutos que disputó, el canterano dejó varios detalles del enorme talento que atesora. Siempre levantando la cabeza, siempre teniendo la referencia de la portería. En la acción del 4-0 es él quien inicia la jugada, fuera del área, con un desmarque de apoyo, y quien abre hacia Menudo para que este asista a Doncel. El último, el 5-0, es una virguería, una genialidad. Noel le tira un desmarque de ruptura a Rafa de Vicente y fabrica él solo su gol. Primero, con un toque, supera la salida de Gaizka Campos y luego, con el portero vencido, define entre las piernas de Carlos Domínguez. La guinda al primer capítulo de una ilusionante historia. Detrás de este vendrán muchos más.
El contexto del Celta B
Eso sí, entre tantas noticias positivas, no hay que obviar el contexto en el que llegaba el Celta B a Riazor. El equipo de Onésimo tuvo muchos problemas durante toda la pretemporada: primero, varios casos de covid le obligaron a detener la actividad. Y, posteriormente, la reacción de la vacuna dejó KO a varios de sus futbolistas. Todo esto provocó que el filial celeste apenas pudiese realizar amistosos en pretemporada: solo jugó ante Coruxo, Leixões sub-23 y Arenteiro; siendo el último partido el pasado día 3 de agosto.
El factor Riazor
Y, hablando de factores, hay que subrayar uno más: Riazor. Los 13.000 espectadores de este domingo eran solo el 40% del aforo total del estadio, pero retumbaban como si estuviese lleno. Y, cuando las limitaciones sanitarias lo permitan, serán muchos más. A la espera de las nuevas altas, ya hay más de 15.500 socios confirmados para este curso en Primera RFEF. No es ningún tópico: el mejor fichaje del Deportivo 2021/22 es el regreso de su gente, no hay mejor noticia que que el templo vuelva a rugir. Esa atmósfera que se genera ahí dentro lleva al equipo en volandas, y allana el camino. Porque la del Dépor es una afición que no entiende de categorías. Y, después de tanto tiempo, tiene derecho a sonreír y a volver a ilusionarse. Con lo que quiera. Han sido demasiados golpes seguidos.