Ante Unionistas, el Deportivo encajó su primera derrota de la temporada (2-1). El equipo de Borja Jiménez suma 12 puntos de 15 posibles. Repasamos en varios apuntes lo más destacado.
Dos referencias en punta
Por vez primera esta temporada, Borja Jiménez optó de inicio por 2 referencias en punta (1-4-4-2), siendo Alberto Quiles el que acompañaba a Miku. Además de algún que otro cambio de nombres y de posiciones -que iremos desgranando en el texto-, el Dépor repitió lo que está siendo una constante este curso: se ordenó de distinta manera en defensa y en ataque. Con balón, el equipo coruñés formó en un 1-3-4-3 asimétrico. ¿Cómo lo hizo? Con Lapeña cerrando como tercer central y trabajando cada banda de una manera distinta.

En la izquierda, Mario Soriano se metía hacia dentro y cedía todo el carril exterior a Héctor Hernández, permitiéndole adelantar su posición y aportar profundidad. En la derecha era Juergen Elitim el que daba amplitud de campo -que apenas se tradujo en amplitud de juego-. Así mismo, en salida de balón, el Dépor añadió otro matiz: por momentos, Villares lateralizaba su posición, apareciendo en el perfil izquierdo.
Con ese reparto de piezas, e igual que en las 4 jornadas anteriores, el Deportivo se adelantó muy temprano en el marcador. Fue a los 14 minutos. Centro raso de Héctor Hernández desde línea de fondo, control orientado de Quiles en el área para alejarse del central, y remate cruzado del onubense que firma el 1-0. En ese momento de partido, con marcador a favor, el Dépor enlazó un buen tramo con balón e incluso acumuló varias llegadas sobre el área de Unionistas. ¿Cómo? Casi siempre de la misma manera: generando superioridades por dentro, a la espalda del doble pivote, y finalizando con disparos desde fuera del área.


Las segundas jugadas y la banda derecha
Las sensaciones eran buenas, pero Unionistas no tardó en encontrar una fuga en el sistema defensivo del Dépor: su banda derecha. Primero, a los 22 minutos, aprovechándose de un resbalón inoportuno de Trigueros. José Salinas, llegando desde atrás, vio los espacios y los atacó. Lapeña, que no contaba con esa caída de Pablo, quiso corregir, pero no estaba bien perfilado, y el lateral unionista lo superó y definió a las mil maravillas. 1-1.
Apenas 10 minutos más tarde, el equipo de Dani Mori volvió a sacar petróleo en esa zona. Acción de Rayco por banda, Álex Bergantiños sale a la ayuda de Lapeña, nadie ocupa su lugar en el medio, hay un centro, Granero despeja en primera instancia a ese espacio libre de jugadores del Dépor y Pablo Espina -sin oposición- recoge el segundo balón para poner el 2-1. Visto el problema, Borja actuó: Villares cambió de posición con Juergen. El colombiano no estaba ofreciendo ayudas a Lapeña, por eso ubicó ahí al chairego, mucho más poderoso en los duelos y sacrificado en defensa.

Sin reacción en el segundo tiempo
Al arranque del segundo tiempo, con la lesión de Trigueros, el técnico abulense introdujo otra variante: ordenó a su equipo en un 1-4-3-3 sin balón -haciendo Álex una semana más de bisagra entre defensa y medio-. En ataque, ese cambio, la entrada al campo de Alberto Benito, provocó que el Dépor ocupase igual la banda derecha que la izquierda: es decir, con un carrilero.
Aunque Borja Jiménez siguió agitando el árbol con las sustituciones, el Dépor no fue capaz de generar ocasiones ante un Unionistas replegado en campo propio, con las líneas muy juntas y sin conceder espacios. Un cabezazo de Miku en un córner ejecutado por Juergen (67’) y una volea de Menudo desde la frontal (93’) fueron, prácticamente, todo el bagaje ofensivo del Dépor. Ahí estuvo su gran debe en ese segundo tiempo en el Reina Sofía.
Multiusos Villares
En la jornada anterior, contra el Badajoz, Diego Villares actuó como lateral derecho. En esta, ante Unionistas, el mediocentro chairego se desenvolvió hasta en 5 demarcaciones distintas. De inicio, formó en el doble pivote junto a Álex Bergantiños. A los 34’, intercambió su posición con Juergen y se fue a la banda derecha. Ya en el segundo tiempo, varió 3 veces más: primero se situó como interior derecho en el 1-4-3-3, a los 68’ se colocó como mediocentro defensivo; y más tarde, en el 81’, se ubicó en el eje de la zaga junto a Adrián Lapeña. Por su despliegue físico y su comprensión del juego, Villares ofrece muchas soluciones a Borja Jiménez. Ya sea en la zaga o en el centro del campo; siempre está al servicio del equipo.
El dinamismo de Mario Soriano
Y hablando de nombres propios, el Unionistas-Deportivo sirvió para comprobar el buen nivel de Mario Soriano (2002). Partiendo desde banda izquierda, el futbolista cedido por el Atlético ofreció verticalidad, dinamismo y mucha movilidad por dentro. Difícil de detectar entre líneas, realizó buenas conducciones, siempre con el balón pegado al pie, y fue uno de los jugadores más destacados del Dépor en su primer partido como titular.