Quinta victoria consecutiva para el Dépor, que suma ya 13 partidos seguidos sin perder. El equipo de Borja Jiménez superó este miércoles al Zamora (0-1). Y lo hizo con un gol de Quiles en el 90’. Repasamos en varios apuntes lo más destacado.
1-4-2-3-1 y cambio en los laterales
Con 3 partidos en 7 días, Borja Jiménez optó por realizar rotaciones en El Ruta de La Plata; empezando por los laterales. Ahí, Trilli y Diego Aguirre reemplazaron a Víctor García y Héctor Hernández. En el eje de la zaga, Jaime Sánchez, ya recuperado, sustituyó a Trigueros. Además, William de Camargo y Quiles entraron en el once por Villares y Miku. Pero no solo en los nombres varió el Dépor, también en el esquema (1-4-2-3-1).
A los 20’, Quiles y Noel intercambiaron su posición. El silledense se ubicó en la banda derecha y el onubense se colocó como futbolista más adelantado. En el inicio de la segunda mitad, esto volvió a cambiar.
La primera mitad y el foco en la banda izquierda
Durante los primeros 45 minutos, el Dépor se mostró superior. ¿Por qué? Porque consiguió tener el control del juego. En defensa, no concedió ninguna ocasión al Zamora y en ataque generó situaciones muy claras. ¿Dónde residió el foco de mayor peligro del Dépor en esa primera mitad? En la banda izquierda. Por ahí cargó su juego, con protagonismo para tres hombres: Diego Aguirre, Mario Soriano y William de Camargo. Además, sin balón, el equipo de Borja Jiménez fue capaz de robar alto.
Mario Soriano completó una primera mitad sensacional. Casi todos los ataques del Dépor pasaron por sus botas. Y, a la hora de generar peligro, tuvo incidencia directa: asistió en todas las ocasiones claras, salvo en la acción personal de WDC. En el disparo de Álex Bergantiños que se marcha rozando el larguero, el pase previo es de Mario; en el remate al palo de Quiles, también peina él el balón previamente (35’). Muy móvil y preciso en sus entregas, el madrileño buscó constantemente pases para progresar.
Ajustes del Zamora, hielo en las áreas y menos control
Aunque la segunda mitad arrancó con otra llegada para el Dépor, por medio de William y su ya característica jugada de fuera hacia dentro y disparo en la frontal, el guion mudó. El Zamora fue capaz de ajustar errores del primer tiempo, fue más agresivo sin balón -en campo propio-. Además, el hielo acumulado en su área dificultó los ataques del equipo coruñés. Evitó, entre otras cosas, que se produjesen pases filtrados a la espalda. Así lo explicó Quiles en zona mixta: “No te podías mover. Llegábamos con relativa facilidad, pero ni tirar, ni regatear… no se podía hacer nada. Ibas deslizándote”.
¿Qué provocó todo esto? Que el Deportivo tuviese mucho menos control. El Zamora mejoró en la segunda mitad y fue ahí cuando generó sus dos ocasiones más claras: un mano a mano de Adri Herrera con Ian Mackay que tapó el meta coruñés (56’) y un córner donde Quiles, en su intento de despeje, remata hacia portería (69’).
¿Qué más ajustó Yago Iglesias? Sin balón, en los ataques posicionales del Dépor, optó por el repliegue y un bloque muy compacto. El equipo rojiblanco situó su defensa en la frontal del área propia, concediendo muy pocos espacios entre líneas.
Hasta el final
Pero si de algo goza el Dépor es de pegada, talento y confianza. Lo resumió bien Borja Jiménez en sala de prensa: “El equipo tiene mucha fe y cree hasta el último momento. Más cuando vienen semanas de ganar al final. El rival sabe que al final hacemos gol y nosotros nos lo creemos”.
No es casualidad que, ante el DUX y la Cultural, el equipo coruñés ya se llevase los tres puntos en el añadido. Más allá de creer e insistir en su idea, cuenta con el talento diferencial, lógicamente. En Villaviciosa, decidió una genialidad de William. En Zamora, el pase al espacio de Jaime Sánchez -no hay demasiados centrales en la categoría que puedan servir un balón así-, el desmarque y la ‘picadita’ de Juergen y la definición de Quiles. Otra vez en el 90’ no es casualidad, es causalidad.
El momento de Diego Aguirre
Si en la jornada anterior hablábamos de Borja Granero, contra el Zamora uno de los nombres propios fue el de Diego Aguirre. El lateral toledano llegaba a esta cita con solo 150’ disputados en liga. Sin embargo, no se notó; estaba preparado y aprovechó la oportunidad. Partiendo desde el carril izquierdo, el ex del Numancia se asoció a las mil maravillas con William y Soriano.
Al igual que el equipo, sus mejores minutos fueron en el primer tiempo. Desequilibrante en sus apariciones, eligió bien cuando incorporarse al ataque, exhibió profundidad y buen pie, con varios centros-chut que obligaron a intervenir a Jon Villanueva. Si en la banda derecha el Dépor tiene dos laterales diferenciales para Primera RFEF, en la izquierda también.